Buenos días Deza y amigos de foro: Hoy era un día importante en nuestro pueblo, para los chavales. En mis tiempos se celebraba una fiesta pequeña, sin gran ceremonial; pero con gran alborozo y que para nosotros era muy peculiar: Íbamos a la iglesia con ramos de olmo y allí los bendecía el sacerdote. Los ramos los cortábamos esa misma mañana y los olmos muchas veces ni se habían despertado del largo invierno o lo habían hecho tenuemente. Siempre lo teníamos en cuenta puesto que los ramos eran más lucidos si estaban verdes. Eso se puede comprender.
Las picarazas ya empezaban a tejer sus nidos y ponían de manifiesto lo tontas que eran y lo son todavía. Aun cuando con el tiempo, las hojas los árboles los taparan de las miradas indiscretas, nosotros los chicos ya sabíamos en donde estaban y los expoliaríamos tan pronto comenzaran a poner sus huevos.
Mientras tanto algunos que tenían parientes allá, iban al pueblo vecino de Bordalba; a sus Fiestas Mayores y nos relatarían el sabor incomparable de los estupendos rollos que se hacían para celebrar su Santo Patrón.
Buenos días.
Un abrazo.
Las picarazas ya empezaban a tejer sus nidos y ponían de manifiesto lo tontas que eran y lo son todavía. Aun cuando con el tiempo, las hojas los árboles los taparan de las miradas indiscretas, nosotros los chicos ya sabíamos en donde estaban y los expoliaríamos tan pronto comenzaran a poner sus huevos.
Mientras tanto algunos que tenían parientes allá, iban al pueblo vecino de Bordalba; a sus Fiestas Mayores y nos relatarían el sabor incomparable de los estupendos rollos que se hacían para celebrar su Santo Patrón.
Buenos días.
Un abrazo.