Cruz de Mayo
El origen de las fiestas en honor a la Santa Cruz se pierde en el tiempo. Religiosamente, parecen tener su origen en el hallazgo por Santa Elena de la cruz donde murió Cristo, pero lo cierto es que el arraigo popular de la fiesta proviene de ciertas celebraciones de los romanos.
La festividad de la Santa Cruz, se celebra en Deza subiendo a Santa Bárbara a la ermita de San Roque y bajando a San Roque a la Parroquia. Desde aquel lugar, se bendicen los campos y se hace la fiesta popular con cánticos y comiendo en cuadrillas, entre amigos y familiares. Hace algunos años se repartía una ración de pan y otra de vino a todo aquel que estuviese presente en el momento.
Un abrazo.
El origen de las fiestas en honor a la Santa Cruz se pierde en el tiempo. Religiosamente, parecen tener su origen en el hallazgo por Santa Elena de la cruz donde murió Cristo, pero lo cierto es que el arraigo popular de la fiesta proviene de ciertas celebraciones de los romanos.
La festividad de la Santa Cruz, se celebra en Deza subiendo a Santa Bárbara a la ermita de San Roque y bajando a San Roque a la Parroquia. Desde aquel lugar, se bendicen los campos y se hace la fiesta popular con cánticos y comiendo en cuadrillas, entre amigos y familiares. Hace algunos años se repartía una ración de pan y otra de vino a todo aquel que estuviese presente en el momento.
Un abrazo.
Los libros litúrgicos contienen dos fiestas dedicadas al culto de la Cruz: por un lado la Invención de la Santa Cruz, -fiesta del 3 de mayo- y la Exaltación, -el 14 de septiembre-. La Exaltación, que conmemora la dedicación de las basílicas de Jerusalén, es de origen oriental y no pasó a occidente hasta fines del siglo VII, a través del rito romano, la de la invención de la Santa Cruz si que es conmemorada desde antiguo. En España aparece en todos los calendarios y fuentes litúrgicas mozárabes, poniéndola en relación con el relato del hallazgo por Santa Elena de la auténtica Cruz de Cristo.
Un abrazo.
Un abrazo.
La historia, con parte de leyenda, narra como en el emperador Constantino, en el sexto año de su reinado, se enfrenta contra los bárbaros a orillas del Danubio, en una batalla cuya victoria se cree imposible a causa de la magnitud del ejército enemigo. Una noche Constantino tiene una visión en el cielo en la que se le apareció brillante la Cruz de Cristo y encima de ella unas palabras, "In hoc signo vincis" (Con esta señal vencerás). El emperador hizo construir una Cruz y la puso al frente de su ejército, que entonces venció sin dificultad a la multitud enemiga. De vuelta a la ciudad, averiguado el significado de la Cruz, Constantino se hizo bautizar en la religión cristiana y mandó edificar iglesias.
Un abrazo.
Un abrazo.
Enseguida envió a su madre, Santa Elena, a Jerusalén en busca de la verdadera Cruz de Cristo. Una vez en la ciudad sagrada, Elena mandó llamar a los más sabios sacerdotes y logró hallar el lugar donde se encontraba la Cruz, pero no estaba sola. En el monte donde la tradición situaba la muerte de Cristo, encontró tres maderos ensangrentados ocultos y para descubrir cuál era la verdadera cruz donde falleció Cristo, colocó una a una las cruces sobre personas enfermas, e incluso muertos, que se curaban o resucitaban al tocar la cruz que había sido la de Cristo. A partir de ahí nace la veneración a la Santa Cruz, ya que Santa Elena murió rogando a todos los que creen en Cristo que celebraran la conmemoración del día en que fue encontrada la Cruz.
Un abrazo.
Un abrazo.