Yo es que tuve que contar muchas veces el cuento de caperucita roja, pues me lo pedían bastante y los clasicos siempre me gustarón más.
Y el lobo no tiene por que ser malo, suelen ser más malos los que estan alrededor. Tu lo has dicho muy bien.
Ahorá sí.
Hasta mañana.
Y el lobo no tiene por que ser malo, suelen ser más malos los que estan alrededor. Tu lo has dicho muy bien.
Ahorá sí.
Hasta mañana.
Buenas tardes amiga Las Matas: El lobo no tiene por que ser malo siempre; pero ha sido desde milenios el enemigo número uno del hombre. Feliz Rodriguez de la Fuente, tenía puesta en el lobo, mucha confianza y lo demostraba a menudo con aquellos que nos mostraba en las películas. Está claro que el comportamiento de dicho animal, depende muchas veces del entorno, de la época, del hambre que tenga etc. No obstante a mí que me quiten el lobo de mi hábitat. Se conoce que heredé de mi abuelo los genes del miedo, que tuvo que pasar al tenerlo, en su entorno.
Un abrazo.
Un abrazo.
Cuando yo era pequeño, pues cuando murió mi abuelo tenía ocho años, recuerdo que él nos contaba historias o vivencias propias, que había pasado con los lobos. Hay que tener en cuenta que el lobo, hasta que las armas de fuego no estuvieron al alcance de las gentes de los pueblos, siempre coexistieron con el hombre, más o menos cerca. Mis abuelos que vivieron muchos años en ventas o alquerías cercadas por espesos montes, los sentían aullar por las noches, algunas veces en las proximidades de su vivienda. Una vez que se le hizo tarde, en un viaje al pueblo vecino de Bijuesca, decía que les vio centellear las pupilas de sus ojos, al chiscar el mechero para ahuyentarlos y que se ponían los pelos de punta pues hasta el caballo que montaba, temblaba de pánico.
Un abrazo.
Un abrazo.