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DEZA: EN MEMORIA DE LAS ENSEÑANZAS DE JOSELITO EL GALLO Y...

EN MEMORIA DE LAS ENSEÑANZAS DE JOSELITO EL GALLO Y DE GREGORIO CORROCHANO V (Continuación)

-. El toreo de adorno

-. El toreo de adorno de capa se realiza en el tercio de quites Este nombre se dió a la acción de quitar al toro de los lugares de peligro en la suerte de varas, principalmente cuando el animal ha derribado o se considera el puyazo como suficiente. Los lances de l toreo de capa son: chicuelinas, navarras, aragonesas, las gaoneras y lances de frente por detrás,, remates (serpentina revolera y faroles), tijerillas, al alimón, al costado, el delantal

-Los pases del toreo de adorno de muleta son: El molinete, el molinillo, el ayudado por bajo, manoletinas, ortinas pedresinas, espaldinas, trincherazo, de la firma, cambio de mano por delante, el afarolado, kirikiri. Si se ha dominado al toro, si se ha toreado bien, si se ha entendido al toro, todo lo que se haga después como adorno es lícito, siempre que lo barroco no sea excéntrico, recargado y antiestético. La sucesión de adornos ejecutados con gracia, con garbo, con conocimiento, viene a ser como la pimienta de la canela. ¡Qué bien viene un airoso molinete después de una gran faena de naturales y airosos pases de pecho!

-. Corrochano señala: “ Todos los grandes toreros se han adornado con plumas de toreo. Paquiro parcheaba; Guerrita daba el salto del trascuerno; Joselito galleaba; Rafael el Gallo daba la larga cambiada; Belmonte se recreaba en el molinete; Manolete se permitió un día mirar al tendido mientras toreaba; Domingo Ortega, tan poco propicio al adorno como Belmonte, daba pases de rodillas a veces cogido a un cuerno de un toro que no pasaba, lo que también hacía Gallito. Pero este adorno, esta sonrisa, esta broma que ellos gastan a su toreo no era toreo, era como un descanso, un alivio al toreo serio, una alegría para desarrugar el entrecejo de un público cargado de emoción. “

-. “ Si se prodiga el toreo de adorno con exceso, con abuso, con predominio sobre el toreo propiamente dicho, hasta anularle y olvidar los principios básicos fundamentales del toreo, se cae en la falsificación; si hubo propósito de esconder el bulto ó si es que no se sabe hacer otra cosa, se cae en la ignorancia, ése no sabe torear. “

-.” ¿En qué circunstancias no sólo es admitido, sino aconsejable el toreo de adorno?. En los toros que no pasan. ¿Qué toros son los que no pasan? Los agotados por exceso de castigo, los mansos, los de sentido que se defienden. Todo lo que se hacen con estos toros que no pasan, el que pasa es el torero, las faenas se componen de medios pases; el adorno está indicadísimo.””. Una cosa es torear y otra jugar al toro”

-Dice Corrochano: “El toro es el módulo del toreo. Las faenas se miden con el toro. Torear con arte a un toro que no es de carril, es algo muy importante en el toreo; bastante más importante que torear- por bien que se toree- al toro que se torea sólo y no hay que hacer sino ayudarle”

.-.“El toreo de muleta no es una sucesión de pases sin ninguna relación entre sí. Una faena no se compone de pases sueltos, más o menos numerosos y más o menos artísticos. Esto no tendría ninguna eficacia, y el toreo no es toreo en tanto no se le relacione con el toro. El toro es el que da la medida de la faena: clase y número de pases, distancia a que debe colocarse el torero, mano que ha de emplear preferentemente. La distancia de la muleta al toro es lo primero que se debe medir. Si el toro es bravo y conserva poder, se arrancará antes que el manso y el agotado. Decimos manso por diferenciar. El manso absoluto no existe en el toro de lidia. Hay una escala de bravura que va del toro codicioso, rápido, pronto en acometer, pegajoso, lo que llamamos nosotros bravura agresiva, con muchos pies (ligereza), al toro pastueño, tardo, falto de codicia, lo que nosotros llamamos bravura pasiva. En esta escala intervienen la resistencia y el poder del toro. Esto debe tenerlo en cuenta el matador al hincar la faena, para saber hasta dónde tiene que llegar con la muleta, que en el curso de la faena irá acoplando, según vaya el toro. El público suele fijarse en si el toro abre o no abre la boca. No es mal síntoma porque es indicio de fatiga o resistencia, si el toro se ha “roto” en la lidia o no ha gastado facultades y conserva el poder. Cuanto más bravo es el toro más “se rompe”, porque pone más esfuerzo en embestir y embiste más veces. Por esto no me gustan nada los recortes de salida, a ver si dobla, que son innecesarios, como ya veremos, porque el que más daño hacen es al toro bravo; el Reglamento los prohíbe.”

-. ¿Qué condiciones debe reunir un maestro en tauromaquia? ¿Es suficiente torear bien para ser un maestro?

-. Indica Corrochano:” No, ni siquiera es condición precisa. Un maestro debe participar por igual de los dos principios en que se funda el toreo: conocimiento de las reses y conocimiento de las suertes. A esto hay que añadir en el hombre maestro, carácter, vocación y confianza. Carácter para imponerse una disciplina y saber mandar, que inspire una confianza a toda plaza, empezando por la cuadrilla. Sin cuadrilla no se puede torear. Por la cuadrilla se conoce al maestro. Vocación para hacer de su profesión, su vida. No estar jamás íntimamente satisfecho. Querer superarse cada tarde, no estancarse, engreído en íntima adoración. La maestría es un afán ilimitado, incontenido; es buscar, desesperada, incansablemente, la perfección cada día”

-. Cuchares y Guerrita son de los personajes más importantes en la historia del toreo, por su intuición de las formas y por su influencia en su técnica y en su arte. Fueron grandes maestros. Guerrita llenaba sus anhelos taurinos con la sapiencia, el vencer dificultades.

-. Guerrita, Joselito y Domingo Ortega fueron toreros poderosos, de amplias facultades y sobrados de recursos, que ganaron la pelea a casi todos los toreros de su tiempo.
-. José Gómez Ortega "Joselito","Gallito " fue el gran maestro del toreo, el príncipe de la torería en la línea de toda la tradición que culminó con Guerrita y que impensablemente le mató en la plaza de Talavera de la Reina,“Bailaor” (de la Viuda de Ortega) el 16-V-1920, todo un contrasentido dadas sus facultades y conocimiento excepcional. Hasta el 1913, "Joselito" reinó en solitario en el toreo sin encontrar una considerable oposición. "Joselito" había perfeccionado lo que sus antecesores habían innovado. El era un torero total, obcecado por su oficio, con una devoción sin mesura por su arte Fue un torero completo, por su arte, por su técnica, por su conocimiento y por su insorbonle vocación que hace de él una personalidad autoritaria dentro y fuera de las plazas. En lo que toca a intuición e instinto taurinos, nació conociendo el toreo y su entrega total a este arte acrecentó hasta el límite sus conocimientos. Era un toreo clásico que respetaba los cánones de la tauromaquia. Entonces sucedió que el 'revolucionario' Juan Belmonte aparecería en la escena para modificar los básicos conceptos de la forma de torear que imperaba entonces. Joselit no toreaba a la perfección la verónica, pero se esforzó en aprender, y a partir de 1915, trazó unos lances impecables, modélicos y templados, en los que latía una innata elegancia y majestad. Bregando fue único y en sus quites su repertorio era inigualable. A una mano, en los cambios y quiebros de rodillas, en los recortes, con el capote al brazo, en las suertes adornadas, en los galleos, navarras, tijerillas, revoleras, y toda suerte de jugueteos con el capote, en todo ello era un genial maestro.. Con las banderillas, quizá no exista en la historia del toreo otro banderillero de su importancia. Con la muleta no ha tenido otro igual dominando a todos los toros broncos y adornándose con el toro suave y claro. En las faenas de Joselito todo era necesario, nada superfluo; necesario … de acuerdo con las condiciones del toro Su poder fue absoluto, trasteaba con una justeza acelerada, haciéndose con el toro en todo momento. El toreo en redondo lo hacía sin ningún propósito esteticista y sobre todo con un enlace de suertes sorprendentes, resultado de una voluntad, de una conciencia torera, de artista que está pensando ante el toro y con el toro. Poco había de importarle, los efectos plásticos a quien estaba como en el laboratorio, como en la mesa de anatomía descubriendo el toreo. No eran pases bonitos, pero taurinamente emocionantes.