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DEZA: JULIO PALACIOS MARTINEZ Y LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD...

JULIO PALACIOS MARTINEZ Y LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD IV (Continuación)

-. Una nueva teoría de la Relatividad según Julio Palacios Martínez (1891-1970)

-. Don Julio Palacios fue uno de los primeros físicos españoles que se enfrentaron a la teoría de Einstein con un respetuoso espíritu crítico y con un bagaje científico apropiado para percibir y denunciar los puntos débiles de aquella teoría, así como para proponer correcciones de tipo matemático que pudieran evitar alguna de las consecuencias de las paradojas de la Contracción de las longitudes VII, de la Dilatación de los intervalos de tiempo VIII y de la de los relojes XV.

-. La obra de D. Julio Palacios que expone con detalle esta cuestión:” Relatividad, una nueva teoría”, Espasa Calpe, Madrid 1960, no recibió la atención que merecía en los medios científicos extranjeros, acaso por el desconocimiento del libro, o por falta de un análisis riguroso del mismo, debido a su presunto carácter irreverente que para muchos físicos europeos y americanos era criticar algunos puntos de las teorías del sacrosanto e incólume mito de Einstein, que podría menoscabar el aprecio y consideración de sus trabajos, en lugar de utilizar glosas laudatorias.

-. Para muchos científicos la obra del profesor Palacios representó una aportación importante para la matemática.

-. En el prólogo de su libro::” Relatividad, una nueva teoría”, Espasa Calpe, Madrid 1960, escribe:” A pesar de tanto éxito de Einstein, parece ser que hay algo torcido en la teoría de la Relatividad. Una cosa es que admitamos lo maravilloso, aunque no lo entendamos y, otra muy distinta el que demos por bueno lo que es absurdo … Todo esto viene a cuento de la encarnizada controversia que han entablado los mejores especialistas en cuestiones relativas acerca de la llamada “paradoja de los relojes”.

-. Esta paradoja ya nos ha devanado los sesos, cuando empezó a hablarse de la Relatividad especial. Luego con la Relatividad general, quedó envuelta en un fárrago matemático impenetrable y se dio por supuesto de que todo estaba en regla. Pero recientemente escribió Thomson uno de esos libros para el gran público en que son maestros los ingleses, y se le ocurrió hacer vaticinios acerca de lo que sucederá cuando se realicen viajes por los espacios sidéreos, y dice que en un viaje de ida y vuelta de la estrella más próxima se invertirán unos 18 años y que según las opiniones más autorizadas, deberá suceder, por virtud del Principio de la Relatividad, que los viajeros encuentren a su regreso que para ellos han transcurrido sólo 15,5 años. Si esto fuere cierto serían más jóvenes que si se hubieran quedado en tierra … Desde nuestro punto de vista, la tal paradoja, en realidad, un absurdo …”

-. Según Don Julio Palacios, la paradoja deja de presentarse si en el desarrollo matemático de la teoría relativista de Albert Einstein se prescinde de las ecuaciones de Lorentz, es decir se abandona uno los Postulados del XVI, el de la equivalencia o igualdad de todos los sistemas inerciales, con lo que todas las constantes universales, tales como la de la constante gravitación, la constante de Plank, excepto la velocidad de la luz, podrán cambiar de medida al pasar del estado en reposo absoluto a otro sistema inercial cualquiera o a un campo gravitatorio.

--. Los cálculos del profesor Palacios Martínez, fundados en gran parte en el aparato matemático de Sommerfeld, consiguen explicar lo mismo que la teoría clásica de Einstein, basada en las ecuaciones de Lorentz, aunque sin aceptar la paradoja de los relojes XV y las paradojas de la Contracción de las longitudes VII, de la Dilatación de los intervalos de tiempo VIII.

-. Reflexiones

-. Don Julio Palacios no puso en duda el talento de Einstein al intentar de mejorar, con un aparato matemático más ó menos apropiado, el desarrollo formal de su teoría. Procurar que desaparezcan las incongruencias o no, que derivan de determinada formulación incorrecta o no, no presupone empañar la gloria de nadie. Por el contrario, precisiones de este tipo contribuyen a cimentar los méritos del creador científico frente a los inevitables embates de un futuro que no puede sentir la necesidad de inclinarse ante la infalibilidad del mito.

-. Este trabajo es un cordial y sentido tributo a la memoria de Don Julio Palacios, que el día 8 de abril de 1932 leía su discurso en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y era contestado nada menos que por don Blas Cabrera Felipe con estas palabras:” Estas fiestas celebradas para recibir en nuestro seno al nuevo compañero Julio Palacios, son siempre motivo para la alegría, pues significan la renovación de nuestras energías vitales, que asegura el porvenir de esta casa mucho más allá de quienes hoy la ocupamos”.

-. Que el ejemplo de Don Julio fomente en la juventud dezana el amor por la ciencia y consiga sus mismos resultados

-. Saludos. Lacalle Mediavilla