EL LEGADO DEL MÉDICO HUMANISTA DON GREGORIO MARAÑÓN (1887 – 1960) VI (Continuación)
4-. Su regreso a España
-. En el otoño de 1942, Marañón decidió volver a España ya que desde junio de 1940, Paris estaba ocupado por los nazis. Su regreso a España no fue sencillo. La depuración impulsada por la Dictadura no le permitió reiniciar su labor académica hasta el curso de 1946-1947, año en que pudo recuperar la propiedad de su querido cigarral toledano embargado para que respondiese de sus responsabilidades políticas.
-. En la España nacional-católica, Marañón revindicó su compromiso con la libertad y la dignidad humana y como valores humanos esenciales el respeto y la tolerancia hacia las ideas de los demás y la españolidad del exilio
-. En su libro:” Españoles fuera de España “ señaló:”Los emigrados (de ahora) están amasando otras horas futuras de la historia de España: horas de paz […], no de las que nacen de la pasión inutil de la revancha “.
-. En esos años tan difíciles, Marañón no dejó de insistir en la necesidad de la reconciliación nacional para la construcción de la futura España y en sus reiterados testimonios en favor de la reincorporación de los exiliados a la vida española, la amistosa cercanía que mantuvo con muchos de ellos; sus ayudas a todos los perseguidos que acudieron él.
-. En la significativa fecha de 1947, momento de máximo aislamiento internacional del régimen de Franco, Marañón publicó dos obras con los reveladores títulos de «Ensayos liberales» y «Españoles fuera de España».
-. En «Ensayos liberales” la señalaba que el «sueño de la libertad [...] es imprescindible para el bienestar [...], porque está unido al instinto de vivir. Se ama la libertad como se ama y necesita el aire, el pan y el amor».
-. En el prólogo de «Españoles fuera de España». afirmaba que ser liberal es «primero, estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo; y segundo, no admitir jamás que el fin justifica los medios, sino que, por el contrario, son los medios los que justifican el fin», como ya he señalado anteriormente.
-. En 1947, con motivo de su ingreso en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales con presencia de autoridades del régimen, insistió en el que fue, de facto, el eje de su discurso político de estos años: «Ninguno de los deberes culturales del Estado español supera en urgencia al de rescatar para la Universidad patria a nuestros grandes investigadores, [...]; y si para rescatarlos hubiera que sacrificarse algunas consideraciones momentáneas, políticas, nunca como entonces estaría mejor empleado el patriotismo, que al fin y al cabo es sacrificio y, en este caso, sólo sacrificio de amor propio».
-. Al mismo tiempo de hacer la labor de la recuperación de personas del exilio y presentaba en las Academias obras de republicanos.
-. Marañón mantuvo una estrecha amistad con exiliados como Cambó, Araquistáin, Madariaga o Prieto quien, en 1956, le escribía: «Es la de usted la única voz que me llega desde España para reconfortarme y consolarme».
-. Marañón ayudó a los perseguidos que acudieron a él. Firmó los primeros manifiestos que reclamaban la reconciliación.
-. En palabras de Miguel Artola, “la mayor aportación política de Marañón fue sin duda haber levantado la bandera del liberalismo, de la libertad, en una época en que pocos o ninguno podían hacerlo”.
-. Tras la muerte de Ortega en 1955,. España se encontraba en una situación dónde el sentimiento del pueblo español era el deseo de convivencia y que los españoles no estuvieran separados. Marañón advertía en los jóvenes inquietudes, aspiraciones para que se establezca una auténtica concordia nacional.
-. Su intervención en el homenaje que la universidad tributó a Ortega y Gasset en tras su fallecimiento; y sus declaraciones críticas hacia la dictadura en la prensa extranjera, conformaron una conducta liberal excepcional en aquellos tiempos.
-. En febrero de 1956, un grupo de estudiantes madrileños de Derecho de la antigua universidad de la calle de San Bernardo difunde un manifiesto, logrando millares de adhesiones y desencadenando disturbios importantes. El régimen cortó la primera crisis con un estadp de excepción y el cierre de la universidad. Fueron detenidos en la DGS: Miguel Sánhez Mazas Ferlosio, Dionisio Ridruejo, Ramón Tamames, José María Ruiz Gallardón, Enrique Múgica Herzog, Javier Pradera y Gabriel Elorriaga Fernández, apellidos tan ilustres en el elenco, varios de ellos relacionados con el régimen en otros tiempos. El régimen había sorteado el ostracismo internacional, pero ahora le surgía una desconocida oposición interna: jóvenes universitarios acomodados, sin relación con la clase trabajadora. De aquellas aulas universitarias de los cincuenta saldrán los líderes del cambio democrático de los setenta, tanto reformistas del franquismo, como opositores.
-. En la revuelta estudiantil de 1956, Marañón encabezó, junto a Menéndez Pidal, los primeros manifiestos que se denunciaban desde el interior, la situación política y solicitaban el regreso de los exiliados. Según Stanley Payne: “Fue la primera crisis interna de envergadura a la que el régimen tuvo que enfrentarse[…]. Los acontecimientos demostraban que después de 15 años el régimen estaba perdiendo el control de la juventud en las universidades más importantes, donde antes había tenido su apoyo, al menos, no había resistencia “
-. Conforme avanzaban los años, Marañón se fue percatando de que la dictadura no tenía un papel transitorio.
-. En 1958 escribía a I. Prieto: “ Aquí hay una juventud generosa, entusiasta con grandes virtudes[…] y con virtudes compatibles con todos los modos de pensar. Ésta es nuestra gran esperanza el día que por ley natural, sean los que manden en el destino del país”.
-. Con algunas excepciones, su prestigio hizo que el franquismo respetase su figura. Pudo así amparar a otros españoles y difundir su pensamiento influyendo en ámbitos intelectuales, y a través de ellos en las nuevas generaciones. En ellas cifró sus esperanzas.
-. En 1958 en una entrevista en un diario mejicano señala: «Advierto en los jóvenes una profunda inquietud y un deseo de que España sea libre, de que no esté atada a ningún acontecimiento de los últimos que se han registrado en la vida española. Sus inquietudes tienden a rechazar las prerrogativas, privilegios y derechos alegados por la participación en dichos acontecimientos. Aspiran los jóvenes a que se establezca una auténtica concordia nacional, sin vencedores ni vencidos. [...]”
–. Y continúa:” El mayor reproche que se puede hacer a este régimen es el no haber dado oportunidad para que se formase una conciencia colectiva de la única manera que puede formarse: por medio de la libertad de pensamiento».
4-. Su regreso a España
-. En el otoño de 1942, Marañón decidió volver a España ya que desde junio de 1940, Paris estaba ocupado por los nazis. Su regreso a España no fue sencillo. La depuración impulsada por la Dictadura no le permitió reiniciar su labor académica hasta el curso de 1946-1947, año en que pudo recuperar la propiedad de su querido cigarral toledano embargado para que respondiese de sus responsabilidades políticas.
-. En la España nacional-católica, Marañón revindicó su compromiso con la libertad y la dignidad humana y como valores humanos esenciales el respeto y la tolerancia hacia las ideas de los demás y la españolidad del exilio
-. En su libro:” Españoles fuera de España “ señaló:”Los emigrados (de ahora) están amasando otras horas futuras de la historia de España: horas de paz […], no de las que nacen de la pasión inutil de la revancha “.
-. En esos años tan difíciles, Marañón no dejó de insistir en la necesidad de la reconciliación nacional para la construcción de la futura España y en sus reiterados testimonios en favor de la reincorporación de los exiliados a la vida española, la amistosa cercanía que mantuvo con muchos de ellos; sus ayudas a todos los perseguidos que acudieron él.
-. En la significativa fecha de 1947, momento de máximo aislamiento internacional del régimen de Franco, Marañón publicó dos obras con los reveladores títulos de «Ensayos liberales» y «Españoles fuera de España».
-. En «Ensayos liberales” la señalaba que el «sueño de la libertad [...] es imprescindible para el bienestar [...], porque está unido al instinto de vivir. Se ama la libertad como se ama y necesita el aire, el pan y el amor».
-. En el prólogo de «Españoles fuera de España». afirmaba que ser liberal es «primero, estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo; y segundo, no admitir jamás que el fin justifica los medios, sino que, por el contrario, son los medios los que justifican el fin», como ya he señalado anteriormente.
-. En 1947, con motivo de su ingreso en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales con presencia de autoridades del régimen, insistió en el que fue, de facto, el eje de su discurso político de estos años: «Ninguno de los deberes culturales del Estado español supera en urgencia al de rescatar para la Universidad patria a nuestros grandes investigadores, [...]; y si para rescatarlos hubiera que sacrificarse algunas consideraciones momentáneas, políticas, nunca como entonces estaría mejor empleado el patriotismo, que al fin y al cabo es sacrificio y, en este caso, sólo sacrificio de amor propio».
-. Al mismo tiempo de hacer la labor de la recuperación de personas del exilio y presentaba en las Academias obras de republicanos.
-. Marañón mantuvo una estrecha amistad con exiliados como Cambó, Araquistáin, Madariaga o Prieto quien, en 1956, le escribía: «Es la de usted la única voz que me llega desde España para reconfortarme y consolarme».
-. Marañón ayudó a los perseguidos que acudieron a él. Firmó los primeros manifiestos que reclamaban la reconciliación.
-. En palabras de Miguel Artola, “la mayor aportación política de Marañón fue sin duda haber levantado la bandera del liberalismo, de la libertad, en una época en que pocos o ninguno podían hacerlo”.
-. Tras la muerte de Ortega en 1955,. España se encontraba en una situación dónde el sentimiento del pueblo español era el deseo de convivencia y que los españoles no estuvieran separados. Marañón advertía en los jóvenes inquietudes, aspiraciones para que se establezca una auténtica concordia nacional.
-. Su intervención en el homenaje que la universidad tributó a Ortega y Gasset en tras su fallecimiento; y sus declaraciones críticas hacia la dictadura en la prensa extranjera, conformaron una conducta liberal excepcional en aquellos tiempos.
-. En febrero de 1956, un grupo de estudiantes madrileños de Derecho de la antigua universidad de la calle de San Bernardo difunde un manifiesto, logrando millares de adhesiones y desencadenando disturbios importantes. El régimen cortó la primera crisis con un estadp de excepción y el cierre de la universidad. Fueron detenidos en la DGS: Miguel Sánhez Mazas Ferlosio, Dionisio Ridruejo, Ramón Tamames, José María Ruiz Gallardón, Enrique Múgica Herzog, Javier Pradera y Gabriel Elorriaga Fernández, apellidos tan ilustres en el elenco, varios de ellos relacionados con el régimen en otros tiempos. El régimen había sorteado el ostracismo internacional, pero ahora le surgía una desconocida oposición interna: jóvenes universitarios acomodados, sin relación con la clase trabajadora. De aquellas aulas universitarias de los cincuenta saldrán los líderes del cambio democrático de los setenta, tanto reformistas del franquismo, como opositores.
-. En la revuelta estudiantil de 1956, Marañón encabezó, junto a Menéndez Pidal, los primeros manifiestos que se denunciaban desde el interior, la situación política y solicitaban el regreso de los exiliados. Según Stanley Payne: “Fue la primera crisis interna de envergadura a la que el régimen tuvo que enfrentarse[…]. Los acontecimientos demostraban que después de 15 años el régimen estaba perdiendo el control de la juventud en las universidades más importantes, donde antes había tenido su apoyo, al menos, no había resistencia “
-. Conforme avanzaban los años, Marañón se fue percatando de que la dictadura no tenía un papel transitorio.
-. En 1958 escribía a I. Prieto: “ Aquí hay una juventud generosa, entusiasta con grandes virtudes[…] y con virtudes compatibles con todos los modos de pensar. Ésta es nuestra gran esperanza el día que por ley natural, sean los que manden en el destino del país”.
-. Con algunas excepciones, su prestigio hizo que el franquismo respetase su figura. Pudo así amparar a otros españoles y difundir su pensamiento influyendo en ámbitos intelectuales, y a través de ellos en las nuevas generaciones. En ellas cifró sus esperanzas.
-. En 1958 en una entrevista en un diario mejicano señala: «Advierto en los jóvenes una profunda inquietud y un deseo de que España sea libre, de que no esté atada a ningún acontecimiento de los últimos que se han registrado en la vida española. Sus inquietudes tienden a rechazar las prerrogativas, privilegios y derechos alegados por la participación en dichos acontecimientos. Aspiran los jóvenes a que se establezca una auténtica concordia nacional, sin vencedores ni vencidos. [...]”
–. Y continúa:” El mayor reproche que se puede hacer a este régimen es el no haber dado oportunidad para que se formase una conciencia colectiva de la única manera que puede formarse: por medio de la libertad de pensamiento».