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DEZA: La industria en España...

Comunidad Valenciana. Comprende los terrenos próximos a la Albufera de Valencia y a la desembocadura del río Júcar. Su producción constituye, igualmente, el 15% de la española, en condiciones y circunstancias muy parecidas a las del área geográfica anteriores.
Zona Sur. Distinguimos en primer lugar la zona situada sobre el estuario las marismas del río Guadalquivir en Sevilla y, la segunda, la de Don Benito en Extremadura. Sevilla es la primera provincia productora española, que junto con Extremadura alcanzan casi un 60% de la producción estatal. También en la comarca de La Janda, en la provincia Gaditana, encontramos cultivos de arroz. Sin embargo, es conveniente puntualizar que los cultivos arroceros se centran fundamentalmente en los aledaños de la laguna de La Janda, pertenecientes a los términos municipales de Tarifa, Barbate, Vejer de la Frontera y Benalup-Casas Viejas.
Se estima, en definitiva, que en España la producción alcanza casi el medio millón de toneladas, de los cuales el 60% se produce en las zonas arroceras del Guadalquivir y Extremadura, el 15% en el delta del Ebro, el 15% en la Albufera valenciana y el restante 10% entre, Murcia, Aragón, las dos Castillas, Baleares y Navarra.
Patatas y hortalizas
La patata, como el maíz, es de origen americano y, al igual que ese cereal, de introducción española en Europa. Se cultiva sin riego artificial en toda la España Atlántica y en todos los regadíos. la mayor cosecha corresponde a las variedades de media estación (junio - septiembre) y a las tardías o de otoño. Suele rotarse su cultivo con el del maíz y las alubias.
El cultivo de hortalizas tiene gran tradición en el país. A ellas se dedican casi todas las superficies protegidas por plásticos. Su cultivo se ha duplicado desde mediados de siglo. Se ha duplicado también su producción, que es la base de la industria agroalimentaria y, con las frutas, nuestras dos principales exportaciones de productos agrarios frescos. Se exportan: tomates, cebollas, fresones, melones, sandías, lechugas, coles, judías verdes, zanahorias, pepinos, pimientos, calabacines, y otras muy distintas hortalizas

La naranja fruta que tiene su área de producción más importante en la Comunidad Valenciana.
Frutales
Los cítricos que necesitan agua y ausencia de heladas se cultivan en los regadíos del litoral mediterráneo. Son exportados en gran cantidad. La mayor parte de la superficie de cultivo citrícola se reserva a naranjas, a las que siguen en importancia las mandarinas, los limones y los pomelos. El núcleo fundamental se halla en Valencia.
Los frutales no cítricos cultivados ofrecen una gama muy variada. son importantes las plantaciones de peral, manzano, melocotonero, y albaricoque en regadío. En secano se prefiere el cerezo, sobre todo en Extremadura y Aragón. Los frutos secos como la almendra y la avellana se cultivan en todo el litoral levantino hasta la costa bética y en Baleares.
Es muy importante también la producción de uva de mesa, de la que gran parte se exporta, se obtiene en el litoral de Valencia y en los parrales de Almería y Murcia. En Canarias es de gran importancia el cultivo de la platanera, donde tropieza con la dificultad de la falta de agua, de la que la planta es muy consumidora.

Viñedos y Olivares
Dos regiones sobresalen por la amplitud del terreno vitícola: La Mancha y la Rioja. Las zonas más productoras en cantidad y por la calidad de sus caldos derivados son, en Castilla y León, la Ribera del Duero, en Andalucía, las del Marco de Jerez. En la Meseta Sur, Valdepeñas. En Levante, Utiel-Requena y Jumilla. En Cataluña, Penedés, Ampurdán y Priorato. En el Ebro, Rioja y Cariñena. En el sur de Galicia, Ribeiro (vino tinto) y el Albariño (vino blanco).

Plantación de algodón, cultivo industrial que se da en las regiones del Sur de España
Los olivos soportan mal las heladas, por lo que tienen menos área de expansión que la vid. Se encuentran mayoritariamente en toda la geografía española al sur del Sistema Central. Su cultivo es prioritariamente de secano y la mayor parte de la producción se destina a su transformación en aceite. Su cultivo es muy importante en Andalucía, donde hay zonas de monocultivo como en algunas partes de la Bética, sobre todo en la provincia de Jaén.
Cultivos industriales
Tradicionalmente vienen considerándose plantas industriales solo aquellas cuyo producto no admite consumo directo o para el que su transformación resulta mucho más provechosa. Tal es el caso del girasol, la remolacha azucarera, el algodón y el tabaco.
El cultivo del girasol alcanza grandes extensiones en el secano de la Meseta y abarcaba ya en 1984 más de un millón de hectáreas, de las que el 85 por ciento son de secano.
La remolacha azucarera se cultiva sobre todo en el valle del Duero, donde rota con los cereales en los regadíos. El algodón se cultiva los regadíos de Murcia y Alicante y en los regadíos y secanos de la Baja Extremadura y de la Bética. El tabaco se cultiva en la vega de Granada, que es donde mayor rendimiento produce y en Cáceres, sobre todo en la vega del Tiétar, en todo caso en regadío. También se consideran cultivos industriales los dedicados a condimentos, entre los que se encuentran los pimientos, para el pimentón y el azafrán. El primero en los regadíos murcianos y en los de la Vera de Gredos. El azafrán se da en los secanos manchegos y en la provincia de Teruel.
Ganadería [editar]
Artículo principal: Ganadería en España

Vaca de raza frisona. Es la que predomina en las granjas lecheras españolas.
La ganadería ha mejorado mucho en los últimos tiempos porque se han sustituido unas especies por otras y, dentro de cada una, las razas de variada aptitud y escaso rendimiento, por selectas.
Cerdos y vacas son los animales preferidos en las granjas. En las vacas se han reemplazado las razas autóctonas - rubia gallega, asturiana etc., por razas extranjeras de selecta aptitud, de manera preferente la frisona para leche y la charolesa para carne. Se prefiere un régimen de estabulación para las vacas le leche y un régimen mixto para las de carne.
Del mismo modo, en los cerdos se adopta la estabulación en granjas adecuadas y con razas de gran porte- la Large White, por ejemplo - mejor que las autóctonas, pequeñas y de gran osamenta. Las autóctonas han recuperado su importancia pasada y se obtiene de ellas el famoso jamón de cerdo ibérico -de pata negra- bellotero.
También las gallinas de alta producción cárnica o de huevos se tienen en granjas especiales.
Los pastores ya no practican la transhumancia con sus rebaños, sino que prefieren quedarse en zonas próximas a sus residencias, realizando desplazamientos de más corto radio; y la antigua orientación lanera se ha reemplazado por la de corderos para carne o la láctea para quesos con denominación de origen.
Pesca
Artículo principal: La pesca en España

Boquerón, anchoa o bocarte.
España tiene más de 4.000 km de litoral y una tradición pesquera que se remonta por lo menos a la época romana, cuando nuestros escabeches y peces vivos llegaban a los mercados itálicos.
Las aguas nacionales, definidas como las que discurren desde la costa hasta la línea exterior de 200 millas náuticas, que delimita la Zona Económica Exclusiva (ZEE), constituyen el Caladero Nacional.
La flota pesquera española faena en cuatro zonas pesqueras diferenciadas: Cantábrico-Noroeste, Golfo de Cádiz, Canarias y Mediterráneo. Se trata de flota de bajura, que faena en zonas determinadas del Caladero Nacional y con artes o aparejos específicos.[20] La elevada demanda de productos pesqueros hizo necesario el desarrollo de pesquerías en aguas exteriores y caladeros lejanos. La irrupción de los barcos congeladores hizo posible esta pesca en caladeros lejanos de manera que actualmente, una gran parte de la flota de gran altura pesca en aguas internacionales.
Las especies más capturadas son: la sardina, la merluza y la pescadilla, el bacalao, el boquerón, y el bonito. De los crustáceos, la gamba, y de los moluscos el calamar y el pulpo. Los viveros se dedican fundamentalmente al mejillón.

La industria en España

Seat EXEO, fabricado en Martorell.
La industrialización de España se ha producido a diferentes tiempos y velocidades, viviendo la economía española dos grandes periodos industrializadores: uno durante el siglo XIX y otro a mediados del siglo XX.
La industrialización decimonónica tuvo sus principales focos en Cataluña y el País Vasco, desarrollándose en Cataluña en la industria textil, mientras que en el País Vasco la industria predominante fue la siderurgia, gracias a los yacimientos de mineral de hierro, que proporcionaron los capitales y materia prima. Además, un tercer foco de industrialización en el siglo XIX se desarrolló en Asturias, debido a los yacimientos de carbón, que provocaron la aparición de la minería y la industria siderúrgica, financiadas con inversiones de capitalistas españoles, franceses y británicos. En Andalucía, concretamente en la provincia de Málaga, también se experimentó un proceso industrializador que, sin embargo, tuvo una existencia efímera y por una serie de causas no se logró la industrialización de esta región hasta bien entrado el siglo XX.
Respecto a las restantes zonas industriales, su desarrollo se produjo en el segundo periodo industrializador de España, durante el denominado "desarrollismo", en las décadas finales del franquismo, un desarrollo que ha proseguido hasta la actualidad, con importantes actividades en todos los sectores, que van desde la industria de la moda, hasta la construcción naval, la biotecnología, los trenes de alta velocidad o la industria aeroespacial.
Construcción
Artículo principal: Vivienda en España
España tenía un parque de 23.700.600 viviendas a finales del año 2005, según datos del Banco de España, sobre un total de 15,39 millones de hogares españoles. Estas cifras indican un promedio de 1,54 viviendas por hogar español, la tasa más alta del mundo. Según las mismas fuentes, el 85 por ciento de las viviendas en España son de propiedad, y sólo un 15% se disfrutan en régimen de alquiler.
El precio medio de la vivienda nueva en España es de 2.510 euros por metro cuadrado, según datos de la Sociedad de Tasación a 31 de diciembre de 2005. El precio de la vivienda, sin embargo, varía ostensiblemente en función de las comunidades autónomas y las capitales de provincia.
Al estallar la llamada "burbuja inmobiliaria", se inició un retroceso económico en todos los aspectos de la economía española. El resultado de la explosión de la burbuja es una brusca caída de la demanda y de los precios en el corto plazo. Desde septiembre de 2007, ya se está produciendo por la incapacidad del mercado para absorber la enorme oferta de vivienda construida y vacía disponible. Este cambio de ciclo inmobiliario español habría tenido lugar por factores internos y externos: por un lado, la falta de liquidez del sistema financiero, causada por la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos en agosto de 2007, y por otro, por el deterioro interno de la economía española, la falta de financiación y el agotamiento del modelo de crecimiento (basado en la construcción), al reducirse los retornos de la inversión (provocando la salida del mercado de los especuladores) y contenerse el crédito.
Sector energético
Artículo principal: Energía en España
El sector energético en España supone aproximadamente un cinco por ciento del Producto interior bruto de España, pero su importancia va más allá de su participación en la producción total, puesto que constituye un sector de carácter estratégico del que necesitan todas las ramas de la actividad económica, siendo la energía considerada necesaria para cualquier clase de producción de bienes y servicios. Precisamente uno de los elementos que ha limitado el desarrollo económico de España en los dos últimos siglos, ha sido la pobreza de recursos energéticos, en concreto la carencia de hidrocarburos líquidos y gaseosos y la mala calidad y carestía del carbón existente. La escasez de recursos ha condenado tradicionalmente al sistema energético nacional a una situación de déficit y dependencia exterior. Frente a un consumo de energía primaria en España en el año 2008 de 142.070 Kilotoneladas equivalentes de petróleo (Ktep), la producción nacional fue de 30.725 ktep, lo que ha supuesto que el grado de autobastecimiento exterior se cifra en un veinticinco por ciento, durante este año]