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La UE exige un nuevo ajuste a Zapatero en 2011
Adrián Sack
MADRID.- La Unión Europea (UE) confirmó ayer uno de los pronósticos que más inquietan al gobierno de España: el duro ajuste aplicado a los empleados públicos no es suficiente para recuperar la confianza de los mercados.
Y la única solución propuesta será inevitable e impostergable: el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, deberá aplicar un nuevo recorte en el presupuesto para 2011 si desea alcanzar el nivel de déficit de un solo dígito exigido por Bruselas.
El pedido se desprende de un análisis realizado por el comisario de Economía de Europa, Olli Rehn, que luego de ponderar la decisión del mandatario español de recortar 18.000 millones de dólares de los gastos de la administración pública, se permitió "dudar" de que esa sola medida pudiese alcanzar para revertir el angustiante déficit del 11,2% registrado por el Estado español el año último.
"Consideramos que para este año, las medidas son suficientes para alcanzar los objetivos revisados. Pero para el año próximo, España tendrá que especificar medidas concretas por valor de 1,75% [del producto bruto interno]", dijo ayer Rehn.
El anuncio se produjo poco después de confirmarse otra mala noticia para el gobierno socialista.
Las dos principales centrales sindicales ratificaron que no darán marcha atrás con la huelga general consensuada ayer por los principales líderes gremiales, que, además, ya tiene fecha: será el 29 de septiembre, poco después de finalizado el receso estival español.
"La huelga va adelante porque el gobierno no puede dar marcha atrás. Ellos han cambiado de carril, obligados por la presión de ese guardagujas que es la UE", afirmó el líder de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, que cuenta con el respaldo del otro gigante del sindicalismo, las Comisiones Obreras (CC. OO.).
Sin embargo, el líder de esa agrupación, Ignacio Fernández Toxo, volvió a diferenciarse de otros sindicatos menores y de empresas que persiguen la dimisión de Rodríguez Zapatero y el llamado a nuevas elecciones generales. "La huelga general no es para cambiar el gobierno, más allá de que el presidente se está empujando él solo", aclaró.
En tanto, el gobierno español reclamó a los sindicatos una respuesta "proporcionada" a la decisión del ejecutivo de imponer la ley de reforma laboral por decreto, que motivó el llamado al paro nacional del próximo otoño boreal.
"El país necesita una reforma del mercado de trabajo, y la necesita con urgencia, porque en este momento el principal problema que tiene España es la creación de empleo, y el principal problema que tiene la gente es tener contratos estables", señaló el ministro de Fomento y vicesecretario general del Partido Socialista Obrero Español, José Blanco, ante la gran difusión que obtuvo ayer la convocatoria impulsada por la UGT y CC. OO.
El funcionario además anticipó que la discutida reforma laboral entrará en vigencia "esta misma semana", y reveló que el gobierno realizó negociaciones con el Partido Popular (PP) para que apoye esta resolución en general.
Por su parte, el PP confirmó ayer a través de diferentes voceros que ninguno de sus dirigentes apoyará la huelga general, por no considerarla oportuna.
SALUDOS
Adrián Sack
MADRID.- La Unión Europea (UE) confirmó ayer uno de los pronósticos que más inquietan al gobierno de España: el duro ajuste aplicado a los empleados públicos no es suficiente para recuperar la confianza de los mercados.
Y la única solución propuesta será inevitable e impostergable: el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, deberá aplicar un nuevo recorte en el presupuesto para 2011 si desea alcanzar el nivel de déficit de un solo dígito exigido por Bruselas.
El pedido se desprende de un análisis realizado por el comisario de Economía de Europa, Olli Rehn, que luego de ponderar la decisión del mandatario español de recortar 18.000 millones de dólares de los gastos de la administración pública, se permitió "dudar" de que esa sola medida pudiese alcanzar para revertir el angustiante déficit del 11,2% registrado por el Estado español el año último.
"Consideramos que para este año, las medidas son suficientes para alcanzar los objetivos revisados. Pero para el año próximo, España tendrá que especificar medidas concretas por valor de 1,75% [del producto bruto interno]", dijo ayer Rehn.
El anuncio se produjo poco después de confirmarse otra mala noticia para el gobierno socialista.
Las dos principales centrales sindicales ratificaron que no darán marcha atrás con la huelga general consensuada ayer por los principales líderes gremiales, que, además, ya tiene fecha: será el 29 de septiembre, poco después de finalizado el receso estival español.
"La huelga va adelante porque el gobierno no puede dar marcha atrás. Ellos han cambiado de carril, obligados por la presión de ese guardagujas que es la UE", afirmó el líder de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, que cuenta con el respaldo del otro gigante del sindicalismo, las Comisiones Obreras (CC. OO.).
Sin embargo, el líder de esa agrupación, Ignacio Fernández Toxo, volvió a diferenciarse de otros sindicatos menores y de empresas que persiguen la dimisión de Rodríguez Zapatero y el llamado a nuevas elecciones generales. "La huelga general no es para cambiar el gobierno, más allá de que el presidente se está empujando él solo", aclaró.
En tanto, el gobierno español reclamó a los sindicatos una respuesta "proporcionada" a la decisión del ejecutivo de imponer la ley de reforma laboral por decreto, que motivó el llamado al paro nacional del próximo otoño boreal.
"El país necesita una reforma del mercado de trabajo, y la necesita con urgencia, porque en este momento el principal problema que tiene España es la creación de empleo, y el principal problema que tiene la gente es tener contratos estables", señaló el ministro de Fomento y vicesecretario general del Partido Socialista Obrero Español, José Blanco, ante la gran difusión que obtuvo ayer la convocatoria impulsada por la UGT y CC. OO.
El funcionario además anticipó que la discutida reforma laboral entrará en vigencia "esta misma semana", y reveló que el gobierno realizó negociaciones con el Partido Popular (PP) para que apoye esta resolución en general.
Por su parte, el PP confirmó ayer a través de diferentes voceros que ninguno de sus dirigentes apoyará la huelga general, por no considerarla oportuna.
SALUDOS