Cuando algunos periféricos -no todos- echan mano a es tópico absurdo y falso de Castila dominadora, centralista, y bla, bla, bla, de la imposición del castellano y bla, bla bla, me entra la risa floja -a mis años ya no se cabrea uno por oír cuatro sandeces- al mismo tiempo que me vienen a la mente las sencillas gentes de sus pueblos, su profundo sentido de la democracia en esos concejos abiertos, esos pastores, labradores, herreros... las viejitas que hacen sus labores o juegan a las cartas en las solanas y también a estos foreros de Deza y las historias que nos cuentan de su pueblo.
Y no sé por qué extraña asociación de conceptos se me cruzan dos frases de Bono (el político, no el cantante) y del actor José Sacristán. Dice el primero: "Hay muchos tontos que por no mencionar a España hablan de Estado" (observen a muchos políticos que en cuando abren la boca siempre sueltan una vez tras otra el eufemismo "este país", como hacía un presidente de gobierno hace unos años). Y el segundo: "Cada vez soy más sensible a los imbéciles, no los soporto".
Y no sé por qué extraña asociación de conceptos se me cruzan dos frases de Bono (el político, no el cantante) y del actor José Sacristán. Dice el primero: "Hay muchos tontos que por no mencionar a España hablan de Estado" (observen a muchos políticos que en cuando abren la boca siempre sueltan una vez tras otra el eufemismo "este país", como hacía un presidente de gobierno hace unos años). Y el segundo: "Cada vez soy más sensible a los imbéciles, no los soporto".