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DEZA: A todas partes ha llegado el progreso. Lo aseguro desde...

A todas partes ha llegado el progreso. Lo aseguro desde mi perspectiva de hombre mayor y viendo las imágenes que nos muestra la presente fotografía. Cuando yo era pequeño, ya sé que todos lo hemos sido en un momento u otro, recuerdo que el día de la Cruz de Mayo, el tio Palero subía de madrugada con la borriquilla su mercancía de confites y peladillas, amen de algún chiflete y otros simples juguetes e instalaban su puesto de venta al abrigo (algunos dicen socallo) de la pared de la ermita. La tia Avelina, su mujer, rellenaba su gran canasta con todas esas chuches que se dice ahora y a esperar que llegáramos la chiquillería, con cuatro perras gordas de aquellas de cobre, que con la tentación de aquel edén, pasarían a engrosar las arcas de la confitera. Unos deleitaban su paladar y los otros sus bolsillos. Así es la vida.
Ahora en cambio ya no hay dulces, ya no gustan las laminerías. Gusta más una escopeta con la que apuntar a un blanco de papel o a un simple palillo para adquirir un llavero o quizá aquella caja de petardos con la que atronar el paisaje idílico, que sólo había retumbado durante siglos, con los truenos de las tormentas a las que Santa Bárbara tenía que poner el freno, para que no dañaran nuestras cosechas.
“Santa Bárbara bendita que en cielo estás escrita, con papel y agua bendita, en el ara de la cruz, paternóster. Amén Jesús.”
Un abrazo.