Fue una alegría para mí, ver en primera de nuevo a nuestro equipo del Numancia. Algunos me han comentado en estos días, que como puede ser que un equipo con tan poco presupuesto pueda codearse con otros, que no sólo andan por las nubes, sino en las galaxias.
Por otro lado, amigo pefeval tengo que decirte que he padecido mucho con la suerte del Zaragoza, sobre todo en los partidos finales cuando veía su caída segura. Mira que mala pata que este año que celebraremos la Exposición, no podamos compartir la alegría de ver su equipo, en primera.
Respecto al Numancia, tengo que decir que lo ví jugar, una sola vez y fue en mi juventud cuando yo tenía 18 años y nos acompañó a tres o cuatro chicos del pueblo, el Enrique Alcázar. Los de Deza ya sabéis a quien me estoy refiriendo aunque otros muchos no saben que su padre, el tio Enrique, regía el Casino, uno de los casinos de nuestro pueblo pues en tiempos había cuatro. El tio Enrique también era el padre de la maestra Doña Luisa a la que tan mala suerte deparó el destino.
En lo referente al futbol dezano, sabréis que en los años 51 y 52 del ya lejano siglo XX, teníamos un equipo formidable cuyo portero era Adrián Rubio y dos delenteros muy buenos, como eran el Carlos López y el Vicente González. El campo donde jugábamos estaba en la dehesa al otro lado del azud.
Buenos días Deza y un abrazo.
Por otro lado, amigo pefeval tengo que decirte que he padecido mucho con la suerte del Zaragoza, sobre todo en los partidos finales cuando veía su caída segura. Mira que mala pata que este año que celebraremos la Exposición, no podamos compartir la alegría de ver su equipo, en primera.
Respecto al Numancia, tengo que decir que lo ví jugar, una sola vez y fue en mi juventud cuando yo tenía 18 años y nos acompañó a tres o cuatro chicos del pueblo, el Enrique Alcázar. Los de Deza ya sabéis a quien me estoy refiriendo aunque otros muchos no saben que su padre, el tio Enrique, regía el Casino, uno de los casinos de nuestro pueblo pues en tiempos había cuatro. El tio Enrique también era el padre de la maestra Doña Luisa a la que tan mala suerte deparó el destino.
En lo referente al futbol dezano, sabréis que en los años 51 y 52 del ya lejano siglo XX, teníamos un equipo formidable cuyo portero era Adrián Rubio y dos delenteros muy buenos, como eran el Carlos López y el Vicente González. El campo donde jugábamos estaba en la dehesa al otro lado del azud.
Buenos días Deza y un abrazo.