Hoy tengo hora para hacer mi declaración de la renta y me ha venido a la memoria la revisión que le hicieron a mi padre los delegados de hacienda, allá por el año 1943. Se presentaron en casa y por el solo hecho de ver su mobiliario, ya tenían que haber salido corriendo de allí pues teníamos los niños hasta piojos; pero no lo hicieron. Revisaron de arriba abajo las habitaciones, el granero el atrojo y miraron hasta debajo las camas y entraron en el corral donde estaban las gallina a ver lo que comían. Si hubiesen tenido trigo en el comedero se te hubiera caído el pelo o te hubieran transquilado con una tijeras como estas. No pasó nada porque allí no había otra cosa que miseria.
Hoy no vienen a casa los delegados; pero te llaman y te revisan todas las cuentas por si descubren que has escondido algo. Creo que hemos adelantado poco. Tu procura decir la verdad y solamente la verdad y podrás dormir tranquilo. Pero ojo pon la X en su sitio que es un derecho y que el año pasado me lo negaba la señorita que me rellenó los fromularios.
Un abrazo
Hoy no vienen a casa los delegados; pero te llaman y te revisan todas las cuentas por si descubren que has escondido algo. Creo que hemos adelantado poco. Tu procura decir la verdad y solamente la verdad y podrás dormir tranquilo. Pero ojo pon la X en su sitio que es un derecho y que el año pasado me lo negaba la señorita que me rellenó los fromularios.
Un abrazo