Yo tengo un pariente que un día cuando estábamos comiendo unas chuletas muy tiernas de cordero, en un restaurante en el que habitualmente lo hacíamos unas tres o cuatro veces por semana, me comentó que no le hacía mucha gracia que fueran tan tiernas pues encontraba mucho mejor "aquellas" en las que hay que estirar. Y es que creo que siempre las había comido de oveja. Saludos.