Preparación del terreno
El terreno en el que se establece una plantación de olivos se cava a una profundidad de sesenta centímetros. Es conveniente eliminar la grama y estudiar el drenaje si la tierra tiene humedales, los cuales suponen un peligro para la salud del olivo. En este caso la tierra se prepara para que su drenaje sea óptimo.
Siembra
Es un procedimiento lento y poco utilizado; se usa para obtener patrones de injerto, ya que la semilla germinada no desarrolla árboles con las características de olivo, sino de acebuche. Para ello, se separa completamente el hueso y se rompe ligeramente para extraer con cuidado la almendra, la cual se envuelve en tierra (tradicionalmente en estiércol de vaca) y se coloca en macetas para que germine. La nueva plántula brota en dos o tres semanas. Se realiza un transplante a vivero, donde se injerta antes de efectuar el transplante definitivo a la tierra.
El terreno en el que se establece una plantación de olivos se cava a una profundidad de sesenta centímetros. Es conveniente eliminar la grama y estudiar el drenaje si la tierra tiene humedales, los cuales suponen un peligro para la salud del olivo. En este caso la tierra se prepara para que su drenaje sea óptimo.
Siembra
Es un procedimiento lento y poco utilizado; se usa para obtener patrones de injerto, ya que la semilla germinada no desarrolla árboles con las características de olivo, sino de acebuche. Para ello, se separa completamente el hueso y se rompe ligeramente para extraer con cuidado la almendra, la cual se envuelve en tierra (tradicionalmente en estiércol de vaca) y se coloca en macetas para que germine. La nueva plántula brota en dos o tres semanas. Se realiza un transplante a vivero, donde se injerta antes de efectuar el transplante definitivo a la tierra.