Buenos días, Deza. ¿Al que madruga, Dios le ayuda?
Iban dos amigos muy temprano, camino del trabajo, cuando uno de ellos, que iba ligeramente delante subiendo unos escalones, se encontró un billete de 50 €. El otro, con cierta envidieja le espetó: Al que madruga, Dios le ayuda, a lo que el afortunado le contestó: Mas madrugó, el que lo perdió.
Saludos.
Iban dos amigos muy temprano, camino del trabajo, cuando uno de ellos, que iba ligeramente delante subiendo unos escalones, se encontró un billete de 50 €. El otro, con cierta envidieja le espetó: Al que madruga, Dios le ayuda, a lo que el afortunado le contestó: Mas madrugó, el que lo perdió.
Saludos.