Olivo (Olea europaea L.)
Los olivos cultivados son árboles de hasta 10 ó 15 m de altura. En los ejemplares añosos el tronco es grueso y retorcido, con la corteza pardo-cenicienta. Las ramillas son lisas, de color grisáceo.
Hojas perennes, opuestas, simples, de 2-8 cm de largo, lanceoladas, coriáceas, con el borde entero, verde grisáceas por el haz y plateadas por la cara inferior.
Entre mayo y junio desarrolla pequeñas flores blancas, dispuestas en cortos ramilletes axilares. Son hermafroditas, con un pequeño cáliz acopado, resultante de la unión de 4 sépalos, una corola de 4 pétalos soldados en la base, dos estambres unidos a la corola, y un pistilo.
Los frutos o aceitunas maduran en otoño, pero se recolectan ya en invierno. Son drupas verdes al principio y negras finalmente, de 1 a 3,5 cm, con un duro hueso en el interior.
Habitat
Crece en todo tipo de suelos, soportando muy bien el calor y la sequía, pero se resiente con las heladas del invierno. En algunas sierras andaluzas los olivos silvestres o acebuches pueden ascender hasta los 1.500 m de altitud.
Distribución
Los olivos silvestres crecen actualmente en el contorno de la región mediterránea, y las formas cultivadas se extienden aun más. Su área original es difícil de precisar ya que el hombre ha favorecido su expansión desde tiempo inmemorial pero, en opinión de algunos autores, estaría en Asia Menor y la Península Arábiga. Destacan las plantaciones en bancales de la comarca de Las Arribes. Sin embargo, en los últimos tiempos, lo abrupto del terreno en el que creen los olivos, la dificultad de su explotación mecánica y el abandono del campo en general, hacen que en los sitios más difíciles aparezcan completamente descuidados.
Utilidades y curiosidades
Los olivos son árboles de crecimiento muy lento y una longevidad de miles de años (se calcula que un olivo del templo de Agrigento, en Sicilia, tiene unos 5.000 años de vida).
El olivo, como símbolo del Mediterráneo y de las culturas clásicas, tiene un larguísimo historial de tradiciones, virtudes y aplicaciones. De olivo era la ramita que trajo la paloma de Noé tras el diluvio universal, en el Huerto de los Olivos oró Jesús antes de ser entregado, con ramas de olivo, cortadas con una hoz de oro por un niño de noble cuna, se coronaba a los triunfadores de los Juegos Olímpicos, etc.
Pertenecientes a la misma especie que los olivos cultivados, los acebuches (O. europaea var. sylves-tris Brot.) suelen tener un porte arbustivo y las ramillas espinescentes. Algunas formas que crecen silvestres en Las Arribes se podrían incluir en esta variedad, si bien los límites entre los olivos cultivados, olivos asilvestrados y olivos silvestres no están claros. Ya Teofrasto distinguía entre "kotinos": ace-buche silvestre, y "agriétalos": acebuche nacido de semillas de olivo cultivado, es decir, olivo asilvestrado.
Mediante presión en frío, las aceitunas proporcionan un aceite excelente que apenas se enrancia. El aceite de oliva virgen contiene ácidos grasos como el oleico, palmítico, esteárico, mirístico y ara-quidónico, junto a sus esteres; está considerado como uno de los mejores aceites de mesa, íntimamente asociado a la dieta mediterránea tradicional, que se considera muy saludable, relacionándose a menudo el aceite de oliva con la mayor longevidad de las personas y el menor número de problemas cardiovasculares.
Las olivas que no se llevan a la almazara o molino de aceite se pueden consumir como aceitunas, pero hay que recordar que no se pueden comer directamente; antes es necesario macerarlas en agua durante largo tiempo y con diferentes hierbas aromáticas (ajedrea, tomillo, hinojo, limón, etc.), para hacer desaparecer su sabor amargo. Las técnicas de su preparación son todo un arte y, como las de los vinos, muy variadas según las regiones. En muchos casos se colocan en barriles con una solución alcalina de postasa o sosa para neutralizar su gusto amargo y luego ya se las metía con salmuera para conservarlas.
A las hojas se le atribuyen propiedades hipotensoras, hipoglucemiantes, tónicas, febrífugas, etc. En España y en el norte de África, las olivas tienen reputación como potenciadoras de la fertilidad y de la actividad sexual, por su contenido en estrona. Añadiéndole un poco de zumo de limón el aceite de oliva se puede utilizar para calmar picores. Los olivos producen una goma o resina aromática que se emplea en Italia para fabricar algunos perfumes.
Las ramas se emplean en algunos lugares en la cestería, pero al ser menos correosas y más duras y nudosas que las del mimbre, tan sólo sirve para cestos y trabajos toscos. La leña proporciona un carbón de primera calidad. La madera es una de las más hermosas, duras y compactas que se conocen; en ocasiones más densa que el agua. La cepa es muy apreciada para ebanistería de lujo y tornería.
Olea es el término que utilizaban los romanos; los griegos lo llamaban elaia, y ambas palabras parece que derivan del celta olew o eol: aceite.
Los olivos cultivados son árboles de hasta 10 ó 15 m de altura. En los ejemplares añosos el tronco es grueso y retorcido, con la corteza pardo-cenicienta. Las ramillas son lisas, de color grisáceo.
Hojas perennes, opuestas, simples, de 2-8 cm de largo, lanceoladas, coriáceas, con el borde entero, verde grisáceas por el haz y plateadas por la cara inferior.
Entre mayo y junio desarrolla pequeñas flores blancas, dispuestas en cortos ramilletes axilares. Son hermafroditas, con un pequeño cáliz acopado, resultante de la unión de 4 sépalos, una corola de 4 pétalos soldados en la base, dos estambres unidos a la corola, y un pistilo.
Los frutos o aceitunas maduran en otoño, pero se recolectan ya en invierno. Son drupas verdes al principio y negras finalmente, de 1 a 3,5 cm, con un duro hueso en el interior.
Habitat
Crece en todo tipo de suelos, soportando muy bien el calor y la sequía, pero se resiente con las heladas del invierno. En algunas sierras andaluzas los olivos silvestres o acebuches pueden ascender hasta los 1.500 m de altitud.
Distribución
Los olivos silvestres crecen actualmente en el contorno de la región mediterránea, y las formas cultivadas se extienden aun más. Su área original es difícil de precisar ya que el hombre ha favorecido su expansión desde tiempo inmemorial pero, en opinión de algunos autores, estaría en Asia Menor y la Península Arábiga. Destacan las plantaciones en bancales de la comarca de Las Arribes. Sin embargo, en los últimos tiempos, lo abrupto del terreno en el que creen los olivos, la dificultad de su explotación mecánica y el abandono del campo en general, hacen que en los sitios más difíciles aparezcan completamente descuidados.
Utilidades y curiosidades
Los olivos son árboles de crecimiento muy lento y una longevidad de miles de años (se calcula que un olivo del templo de Agrigento, en Sicilia, tiene unos 5.000 años de vida).
El olivo, como símbolo del Mediterráneo y de las culturas clásicas, tiene un larguísimo historial de tradiciones, virtudes y aplicaciones. De olivo era la ramita que trajo la paloma de Noé tras el diluvio universal, en el Huerto de los Olivos oró Jesús antes de ser entregado, con ramas de olivo, cortadas con una hoz de oro por un niño de noble cuna, se coronaba a los triunfadores de los Juegos Olímpicos, etc.
Pertenecientes a la misma especie que los olivos cultivados, los acebuches (O. europaea var. sylves-tris Brot.) suelen tener un porte arbustivo y las ramillas espinescentes. Algunas formas que crecen silvestres en Las Arribes se podrían incluir en esta variedad, si bien los límites entre los olivos cultivados, olivos asilvestrados y olivos silvestres no están claros. Ya Teofrasto distinguía entre "kotinos": ace-buche silvestre, y "agriétalos": acebuche nacido de semillas de olivo cultivado, es decir, olivo asilvestrado.
Mediante presión en frío, las aceitunas proporcionan un aceite excelente que apenas se enrancia. El aceite de oliva virgen contiene ácidos grasos como el oleico, palmítico, esteárico, mirístico y ara-quidónico, junto a sus esteres; está considerado como uno de los mejores aceites de mesa, íntimamente asociado a la dieta mediterránea tradicional, que se considera muy saludable, relacionándose a menudo el aceite de oliva con la mayor longevidad de las personas y el menor número de problemas cardiovasculares.
Las olivas que no se llevan a la almazara o molino de aceite se pueden consumir como aceitunas, pero hay que recordar que no se pueden comer directamente; antes es necesario macerarlas en agua durante largo tiempo y con diferentes hierbas aromáticas (ajedrea, tomillo, hinojo, limón, etc.), para hacer desaparecer su sabor amargo. Las técnicas de su preparación son todo un arte y, como las de los vinos, muy variadas según las regiones. En muchos casos se colocan en barriles con una solución alcalina de postasa o sosa para neutralizar su gusto amargo y luego ya se las metía con salmuera para conservarlas.
A las hojas se le atribuyen propiedades hipotensoras, hipoglucemiantes, tónicas, febrífugas, etc. En España y en el norte de África, las olivas tienen reputación como potenciadoras de la fertilidad y de la actividad sexual, por su contenido en estrona. Añadiéndole un poco de zumo de limón el aceite de oliva se puede utilizar para calmar picores. Los olivos producen una goma o resina aromática que se emplea en Italia para fabricar algunos perfumes.
Las ramas se emplean en algunos lugares en la cestería, pero al ser menos correosas y más duras y nudosas que las del mimbre, tan sólo sirve para cestos y trabajos toscos. La leña proporciona un carbón de primera calidad. La madera es una de las más hermosas, duras y compactas que se conocen; en ocasiones más densa que el agua. La cepa es muy apreciada para ebanistería de lujo y tornería.
Olea es el término que utilizaban los romanos; los griegos lo llamaban elaia, y ambas palabras parece que derivan del celta olew o eol: aceite.