RAMOS
Enramadas, ramos nocturnos para las mozas y ramos de procesión (con flores, cintas, pañuelos, naranjas, limones, roscos etc) que luego se subastan podrían ir juntos en un mismo bloque temático pues en el fondo subyace el mismo simbolismo arquetípico y utilización ritual del mundo vegetal.
Mozos del Ramo constan en Barca (Domingo de Resurrección), Cubo de la Solana (Virgen de la Solana, en mayo), Villar del Río (Degollación de S. Juan) y Yanguas (en San Juan).
Ramos amorosos que se colgaban en las casas de las mozas por los mozos lucían en Morcuera de San Esteban (San Roque), Valdegeña y Renieblas (Aleluyas en la noche del Sábado de Gloria que, en Renieblas, velaban toda la noche si estaban muy interesados por la moza en cuestión y no querían que se lo quitasen y pusieran otro); Tardelcuende (Domingo Santo), Osma (noche de San Pedro de Osma, 2 de agosto), Villar del Río (ramos y Aleluyas en la noche de Pascua y luego en S. Juan Degollado de agosto), Yanguas (Aleluyas en la mañana de San Juan); en la Noche de San Juan (Agreda, Alcubilla del Marqués, Olmillos y Velilla de San Esteban); en Utrilla y Romanillos de Medinaceli no eran ramos reales sino flor o flores pintadas en la mañana y noche del Sábado de Gloria, respectivamente.
Ramos sacro-profanos de procesión en Almazul (Virgen de la Blanca, 27-28 de mayo), Barca, Olmillos y Tejado (Pascua de Resurrección), Los Rábanos y Valdegeña (San Isidro), Alcubilla del Marqués (sin especificar) y Cubo de la Solana (en su patrona, mayo).
En Velilla de San Esteban el último carro de la siega que llegaba a las eras se dejaba allí adornado con ramas y flores.
En Yanguas (San Juan) y en Villar del Río (San Juan Degollado) había corridas de roscos con Mozos del Ramo.
En Deza se iba a Misa con un ramo de olmo el día de San Pedro Mártir, 30 de abril.
También se ponían enramadas en la puerta de la mozas que a uno le gustaba. No sé la fecha: lo que sé de cierto es que mi padre me contaba que a tal moza (?), le pusieron entre él y un tío mío que estaba enamorado, un carro de ortigas, al recibir una negativa a sus pretensiones. De menuda se libró, según mi progenitor.
Aquí vendría bien decir aquella coplilla: "Como sé que te gustán los cacahuetes, por debajo la puerta, te meto un ladrillo".
Un abrazo.
Enramadas, ramos nocturnos para las mozas y ramos de procesión (con flores, cintas, pañuelos, naranjas, limones, roscos etc) que luego se subastan podrían ir juntos en un mismo bloque temático pues en el fondo subyace el mismo simbolismo arquetípico y utilización ritual del mundo vegetal.
Mozos del Ramo constan en Barca (Domingo de Resurrección), Cubo de la Solana (Virgen de la Solana, en mayo), Villar del Río (Degollación de S. Juan) y Yanguas (en San Juan).
Ramos amorosos que se colgaban en las casas de las mozas por los mozos lucían en Morcuera de San Esteban (San Roque), Valdegeña y Renieblas (Aleluyas en la noche del Sábado de Gloria que, en Renieblas, velaban toda la noche si estaban muy interesados por la moza en cuestión y no querían que se lo quitasen y pusieran otro); Tardelcuende (Domingo Santo), Osma (noche de San Pedro de Osma, 2 de agosto), Villar del Río (ramos y Aleluyas en la noche de Pascua y luego en S. Juan Degollado de agosto), Yanguas (Aleluyas en la mañana de San Juan); en la Noche de San Juan (Agreda, Alcubilla del Marqués, Olmillos y Velilla de San Esteban); en Utrilla y Romanillos de Medinaceli no eran ramos reales sino flor o flores pintadas en la mañana y noche del Sábado de Gloria, respectivamente.
Ramos sacro-profanos de procesión en Almazul (Virgen de la Blanca, 27-28 de mayo), Barca, Olmillos y Tejado (Pascua de Resurrección), Los Rábanos y Valdegeña (San Isidro), Alcubilla del Marqués (sin especificar) y Cubo de la Solana (en su patrona, mayo).
En Velilla de San Esteban el último carro de la siega que llegaba a las eras se dejaba allí adornado con ramas y flores.
En Yanguas (San Juan) y en Villar del Río (San Juan Degollado) había corridas de roscos con Mozos del Ramo.
En Deza se iba a Misa con un ramo de olmo el día de San Pedro Mártir, 30 de abril.
También se ponían enramadas en la puerta de la mozas que a uno le gustaba. No sé la fecha: lo que sé de cierto es que mi padre me contaba que a tal moza (?), le pusieron entre él y un tío mío que estaba enamorado, un carro de ortigas, al recibir una negativa a sus pretensiones. De menuda se libró, según mi progenitor.
Aquí vendría bien decir aquella coplilla: "Como sé que te gustán los cacahuetes, por debajo la puerta, te meto un ladrillo".
Un abrazo.
Siguiendo con las tradiciones sorianas, llegamos a San Juan.
Tenemos en Soria, los Sajuanes, que aunque no coinciden plenamente con San Juan, son Fiestas muy renombradas. Es aquí donde el amigo Manuel nos puede dar una lección magistral. Yo tuve la suerte de saborearlas y disfrutarlas hace unos quince años. ¡Maravillosas...!
Pero la cima señera provincial siempre estará en San Pedro Manrique con su Paso del Fuego, la pingada de Mayo y las Móndidas.
Veían salir el sol en Soto de San Esteban y Alcubilla del Marqués. En Osma se madrugaba para ello y se subían al castillo, pero en el día de San Pedro de Osma.
En Romanillos de Medinaceli se iban a lavar la cara en una fuente antes de que saliera el sol y se creía que con ello se curaban los dolores de cabeza, muelas y demás. Y que evitaba la pereza en madrugar durante el resto del año, sobre todo en las faenas de la cosecha estival. Además se cogían cardos rodadores para que, una vez colocados en los acostaderos de las gallinas, éstas no tuvieran piojos. Y muchos decían que el sol salía de otra forma ese día y que "de donde viene el aire el día de San Juan, viene luego todo el año".
Había ramos en Agreda, Alcubilla del Marqués, Olmillos, Velilla de San Esteban y Yanguas.
En Torreblacos era el día idóneo para coger las flores.
Rondas de mozos a las mozas se daban en Alcubilla del Marqués (donde había como un derivado del Reinado de los Mozos, con merienda común de ambos sexos incluída) y Velilla de San Esteban.
En Deza y Torreblacos se echaba un huevo crudo en agua durante la Noche de San Juan y al amanecer tenía la forma de un barco.
En Agreda y Valdelubiel había un rito para quitar la hernia a los niños. Sólo se le podía curar ese día y cuando salía el sol exactamente (en la localidad de la Vega del Ucero) y únicamente a las 12 de la Noche de San Juan en el caso de la villa agredeña.
El ritual, en esencia, era el mismo: un hombre llamado Juan y una mujer llamada María (en Agreda) y dos hombres llamados Juan y Pedro (en Valdelubiel) sostenían al niño herniado (tenía que estar desnudo en Valdelubiel) y rasgaban la rama de un guindo. Se situaban a uno y otro lado de la misma y se pasaban al niño por el corte de la rama tres veces recitando alternativamente: "Tómalo María, tómalo tú Juan, la Virgen lo cura y el señor San Juan" (Agreda) o "Tómale Pedro, dámele Juan" (Valdelubiel). Si la rama desgajada se agarraba al árbol era señal de que el niño se curaría.
Mi abuela nos decía que el día de San Juan se podía uno bañar tranquilamente pues las culebras no picaban en toda esa jornada.
Un abrazo.
Tenemos en Soria, los Sajuanes, que aunque no coinciden plenamente con San Juan, son Fiestas muy renombradas. Es aquí donde el amigo Manuel nos puede dar una lección magistral. Yo tuve la suerte de saborearlas y disfrutarlas hace unos quince años. ¡Maravillosas...!
Pero la cima señera provincial siempre estará en San Pedro Manrique con su Paso del Fuego, la pingada de Mayo y las Móndidas.
Veían salir el sol en Soto de San Esteban y Alcubilla del Marqués. En Osma se madrugaba para ello y se subían al castillo, pero en el día de San Pedro de Osma.
En Romanillos de Medinaceli se iban a lavar la cara en una fuente antes de que saliera el sol y se creía que con ello se curaban los dolores de cabeza, muelas y demás. Y que evitaba la pereza en madrugar durante el resto del año, sobre todo en las faenas de la cosecha estival. Además se cogían cardos rodadores para que, una vez colocados en los acostaderos de las gallinas, éstas no tuvieran piojos. Y muchos decían que el sol salía de otra forma ese día y que "de donde viene el aire el día de San Juan, viene luego todo el año".
Había ramos en Agreda, Alcubilla del Marqués, Olmillos, Velilla de San Esteban y Yanguas.
En Torreblacos era el día idóneo para coger las flores.
Rondas de mozos a las mozas se daban en Alcubilla del Marqués (donde había como un derivado del Reinado de los Mozos, con merienda común de ambos sexos incluída) y Velilla de San Esteban.
En Deza y Torreblacos se echaba un huevo crudo en agua durante la Noche de San Juan y al amanecer tenía la forma de un barco.
En Agreda y Valdelubiel había un rito para quitar la hernia a los niños. Sólo se le podía curar ese día y cuando salía el sol exactamente (en la localidad de la Vega del Ucero) y únicamente a las 12 de la Noche de San Juan en el caso de la villa agredeña.
El ritual, en esencia, era el mismo: un hombre llamado Juan y una mujer llamada María (en Agreda) y dos hombres llamados Juan y Pedro (en Valdelubiel) sostenían al niño herniado (tenía que estar desnudo en Valdelubiel) y rasgaban la rama de un guindo. Se situaban a uno y otro lado de la misma y se pasaban al niño por el corte de la rama tres veces recitando alternativamente: "Tómalo María, tómalo tú Juan, la Virgen lo cura y el señor San Juan" (Agreda) o "Tómale Pedro, dámele Juan" (Valdelubiel). Si la rama desgajada se agarraba al árbol era señal de que el niño se curaría.
Mi abuela nos decía que el día de San Juan se podía uno bañar tranquilamente pues las culebras no picaban en toda esa jornada.
Un abrazo.
La salud.
Aparte de todo lo dicho, había otras creencias relacionadas con la mejora de la salud de las personas. Agreda tenía remedios para curar verrugas, almorranas y orzuelos y rijas en los ojos.
Se contaban las verrugas que llevase el afectado y alguien recogía el mismo número de semillas de sabina y las escondía en algún lugar por el que el susodicho tenía que pasar todos los días. A medida que se iban secando las semillas iban haciendo lo mismo las verrugas. Esta era la creencia.
Para el orzuelo se dejaba al raso de la noche una llave de canuto y por la mañana el afectado se colocaba el hueco de la llave en el ojo e inmediatamente tenía que desaparecer el mal.
La rija la curaban cogiendo una lagartija viva y metiéndola en un canuto de caña, tapándo luego los dos extremos. El enfermo tenía que llevarla dentro del bolsillo hasta que se curase.
Y para las almorranas se arrancaban las raíces de los cardos seteros y se llevaban en el bolsillo hasta que dejaran de molestar.
En El Burgo de Osma se curaban las lombrices de los niños mediante la Oración de San Agustín, que debía leerse durante nueve días seguidos, una vez por día y a la misma hora. También había para lo mismo una Oración de San Antonio de Pádua, pero en latín.
En Osma se tenía hoguera y misa a San Roque al acabar la trilla para que les librase de la peste. También en Vildé el humo de la luminaria, en San Antón, servía para alejar la peste. En las rogativas a Cristos, Vírgenes, santos y santas de toda la provincia, por cierto, era habitual pedirles salud en los cánticos.
En Alcubilla del Marqués se cogía agua bendita en el Sábado Santo para rociera la casa (como en otros lugares) y algunos hasta bebían de ella pues según se decía evitaba el tener anginas. Y el agua sanjuanera de Romanillos de Medinaceli, como hemos señalado curaba dolores de cabeza y de muelas.
En Piquera de San Esteban aquellas mujeres que estuviesen criando un niño y pudiendo no asistiesen a misa el día de Santa Agueda era creencia que se les pondrían los pechos malos.
En Deza, para curar el mal al salir los dientes a los niños, se cortaba una pata delantera a un lagarto y se les colgaba al cuello como si fuese un escapulario. El lagarto se debía de soltar vivo.
Un abrazo.
Aparte de todo lo dicho, había otras creencias relacionadas con la mejora de la salud de las personas. Agreda tenía remedios para curar verrugas, almorranas y orzuelos y rijas en los ojos.
Se contaban las verrugas que llevase el afectado y alguien recogía el mismo número de semillas de sabina y las escondía en algún lugar por el que el susodicho tenía que pasar todos los días. A medida que se iban secando las semillas iban haciendo lo mismo las verrugas. Esta era la creencia.
Para el orzuelo se dejaba al raso de la noche una llave de canuto y por la mañana el afectado se colocaba el hueco de la llave en el ojo e inmediatamente tenía que desaparecer el mal.
La rija la curaban cogiendo una lagartija viva y metiéndola en un canuto de caña, tapándo luego los dos extremos. El enfermo tenía que llevarla dentro del bolsillo hasta que se curase.
Y para las almorranas se arrancaban las raíces de los cardos seteros y se llevaban en el bolsillo hasta que dejaran de molestar.
En El Burgo de Osma se curaban las lombrices de los niños mediante la Oración de San Agustín, que debía leerse durante nueve días seguidos, una vez por día y a la misma hora. También había para lo mismo una Oración de San Antonio de Pádua, pero en latín.
En Osma se tenía hoguera y misa a San Roque al acabar la trilla para que les librase de la peste. También en Vildé el humo de la luminaria, en San Antón, servía para alejar la peste. En las rogativas a Cristos, Vírgenes, santos y santas de toda la provincia, por cierto, era habitual pedirles salud en los cánticos.
En Alcubilla del Marqués se cogía agua bendita en el Sábado Santo para rociera la casa (como en otros lugares) y algunos hasta bebían de ella pues según se decía evitaba el tener anginas. Y el agua sanjuanera de Romanillos de Medinaceli, como hemos señalado curaba dolores de cabeza y de muelas.
En Piquera de San Esteban aquellas mujeres que estuviesen criando un niño y pudiendo no asistiesen a misa el día de Santa Agueda era creencia que se les pondrían los pechos malos.
En Deza, para curar el mal al salir los dientes a los niños, se cortaba una pata delantera a un lagarto y se les colgaba al cuello como si fuese un escapulario. El lagarto se debía de soltar vivo.
Un abrazo.
Seguimos con las tradicones sorianas.
LAS BODAS.
Los menús de la comida en Los Rábanos, Olvega, Valdegeña, Osma, Deza, Alcubilla del Marqués, Cubo de la Solana y Torreblacos se preparaban en las casas de alguno de los contrayente y consistían generalmente en un plato de judías refritas y pollo guisado. Para postre, fruta del tiempo, que podía ser uva.
Chocolatadas en la mañana de la boda se daban en Nepas, Vildé, Miño de Medinaceli, Osma, Torreblacos, Alcubilla del Marqués y Villanueva de Gormaz.
Bendición paterna en casa de la novia antes de ir a la misa y con los novios arrodillados se hacía en Los Rábanos, Nepas, Vildé, Rejas de San Esteban, Miño de Medinaceli, Osma, Alcubilla del Marqués, Torreblacos y Peñalba de San Esteban y Deza.
Cencerradas a los viudos-as y a los novios forasteros que no pagaban "el piso" constan en Olvega, Castillejo de Robledo, Renieblas, Agreda, Barca, Deza y Villanueva de Gormaz.
Se pagaba "el piso" a los mozos, para una merienda-cena, en Los Rábanos, Olvega, Nepas, Castillejo de Robledo, Valdegeña, Renieblas, Agreda (pagar "la bota" lo llamaban) y Barca.
Convites a los mozos-as había en Valdegeña, Alcubilla del Marqués, Nepas, Rejas de San Esteban y Miño de Medinaceli.
Se cantaban Albadas durante la noche de bodas, especialmente tras la cena, en Nepas, Rejas de S. Esteban, Miño de Medinaceli, Muriel de la Fuente, Pedraja de S. Esteban, Utrilla, Barca, Alcubilla del Marqués, Cubo de la Solana, Peñalba de S. Esteban, y, en la víspera del día de la boda en Torreblacos, Vilde y Deza.
De la vestimenta de los novios se habla en Los Rábanos, Nepas, Miño de Medinaceli, Valdegeña y Barca. Y del ajuar en Soria capital y Torreblacos.
Al día siguiente se paseaba a los novios montados en burros por Nepas, Vildé, Langa de Duero y Tardelcuende (aquí los tiraban luego al río Izana), y encima de un carro en Rejas de San Esteban.
Un abrazo.
LAS BODAS.
Los menús de la comida en Los Rábanos, Olvega, Valdegeña, Osma, Deza, Alcubilla del Marqués, Cubo de la Solana y Torreblacos se preparaban en las casas de alguno de los contrayente y consistían generalmente en un plato de judías refritas y pollo guisado. Para postre, fruta del tiempo, que podía ser uva.
Chocolatadas en la mañana de la boda se daban en Nepas, Vildé, Miño de Medinaceli, Osma, Torreblacos, Alcubilla del Marqués y Villanueva de Gormaz.
Bendición paterna en casa de la novia antes de ir a la misa y con los novios arrodillados se hacía en Los Rábanos, Nepas, Vildé, Rejas de San Esteban, Miño de Medinaceli, Osma, Alcubilla del Marqués, Torreblacos y Peñalba de San Esteban y Deza.
Cencerradas a los viudos-as y a los novios forasteros que no pagaban "el piso" constan en Olvega, Castillejo de Robledo, Renieblas, Agreda, Barca, Deza y Villanueva de Gormaz.
Se pagaba "el piso" a los mozos, para una merienda-cena, en Los Rábanos, Olvega, Nepas, Castillejo de Robledo, Valdegeña, Renieblas, Agreda (pagar "la bota" lo llamaban) y Barca.
Convites a los mozos-as había en Valdegeña, Alcubilla del Marqués, Nepas, Rejas de San Esteban y Miño de Medinaceli.
Se cantaban Albadas durante la noche de bodas, especialmente tras la cena, en Nepas, Rejas de S. Esteban, Miño de Medinaceli, Muriel de la Fuente, Pedraja de S. Esteban, Utrilla, Barca, Alcubilla del Marqués, Cubo de la Solana, Peñalba de S. Esteban, y, en la víspera del día de la boda en Torreblacos, Vilde y Deza.
De la vestimenta de los novios se habla en Los Rábanos, Nepas, Miño de Medinaceli, Valdegeña y Barca. Y del ajuar en Soria capital y Torreblacos.
Al día siguiente se paseaba a los novios montados en burros por Nepas, Vildé, Langa de Duero y Tardelcuende (aquí los tiraban luego al río Izana), y encima de un carro en Rejas de San Esteban.
Un abrazo.
Hablaba el otro día de las casualidades. Sin ponernos de acuerdo, decía, el abuelo me ha respondido, sin yo preguntárselo, a cuantas preguntas le traía preparadas después de la Semana Santa. Curioso. Le iba a preguntar que cuál era la comida típica en las bodas de Deza, y ya lo dice aquí. También si había bendición paterna en casa de la novia antes de ir a misa, si se cantaban albadas, si había cencerradas, si había costumbre de "pagar el piso". Deduzco por sus respuestas a mis preguntas nunca formuladas que en Deza no había costumbre de chocolatada en la mañana de la boda y que no habría una vestimenta específica al uso. So pena que se me haya pasado. Un saludo.
Si, Manuel, en Deza también se llevaba eso de las cencerradas. Hace un par de años colgúe en el foro con detalle cómo se realizaban, pero no sé si sigue la costumbre de dichas "fiestas". Paso a copiarlo de nuevo, porque creo que cuando lo inserté todavía no participabas:
"Las cencerradas se celebran en muchos pueblos; no corresponden únicamente al folklore de un lugar, ni de nuestra comarca, es también una tradición muy antigua en nuestro pueblo, aunque desconozco si se sigue practicando. Se celebraba cuando se casaba un viudo o viuda. La noche anterior a las nupcias, nos armábamos de guitarras, cencerros, perolas, almireces, botellas del rin-ran o simples botes llenos de piedras y acudíamos a la casa del "homenajeado/a" armando un ruido infernal hasta que sacaban las botellas o soltaban la propina. Después creo que- como nos había gustado aquella música o quizás porque juzgábamos que era corta la propina-, seguíamos “tocando” hasta que se enfadaban, porque para eso habíamos preparado esa parafernalia y no estábamos dispuestos a irnos a dormir dejando tranquilos a los novios. Yo recuerdo haber asistido a dos: una en el barrio de los molinos y otra junto al cuartel; creo que en ambos casos hubo de intervenir la G. Civil aunque, al tratarse de una tradición, “hacían la vista gorda”-en algunos pueblos las cencerradas duraban hasta ocho dias-. En estos tiempos supongo que, de seguir con la costumbre, nos habrían acusado de acoso, decibelios o escándalo pero, aunque un tanto cruel, era una manera tradicional de divertirse".
Un saludo
"Las cencerradas se celebran en muchos pueblos; no corresponden únicamente al folklore de un lugar, ni de nuestra comarca, es también una tradición muy antigua en nuestro pueblo, aunque desconozco si se sigue practicando. Se celebraba cuando se casaba un viudo o viuda. La noche anterior a las nupcias, nos armábamos de guitarras, cencerros, perolas, almireces, botellas del rin-ran o simples botes llenos de piedras y acudíamos a la casa del "homenajeado/a" armando un ruido infernal hasta que sacaban las botellas o soltaban la propina. Después creo que- como nos había gustado aquella música o quizás porque juzgábamos que era corta la propina-, seguíamos “tocando” hasta que se enfadaban, porque para eso habíamos preparado esa parafernalia y no estábamos dispuestos a irnos a dormir dejando tranquilos a los novios. Yo recuerdo haber asistido a dos: una en el barrio de los molinos y otra junto al cuartel; creo que en ambos casos hubo de intervenir la G. Civil aunque, al tratarse de una tradición, “hacían la vista gorda”-en algunos pueblos las cencerradas duraban hasta ocho dias-. En estos tiempos supongo que, de seguir con la costumbre, nos habrían acusado de acoso, decibelios o escándalo pero, aunque un tanto cruel, era una manera tradicional de divertirse".
Un saludo
Gracias, pefeval. Tengo entendido que no sólo a los viudos o viudas, sino que, en algunos lugares, cuando la diferencia de edad de los contribuyentes era notoria también recibían la correspondiente cencerrada. La que sufrió Antonio Machado por parte de unos estudiantes el día de su boda en La Mayor con Leonor Izquierdo. Téngase en cuenta que Machado y Leonor se casaron en 1909, que Soria tenía entonces sólo 7.000 habitantes y que la diferencia de edad era de los contrayentes era de 19 años. Machado, nacido en 1875, tenía 34 años y la novia sólo 15.
Un saludo.
Un saludo.
También preguntas, Manuel, si en Deza se "cobraba el piso". Imagino que era lo que por estos pagos se llamaba "cobar la manta" En algunos pueblos limítrofes sí, pero yo no recuerdo que aquí se hubiera cobrado nunca.
Paso a copiar otra colaboración mia de hace años:
La manta también tiene muchas acepciones, pero esta manta no es con la que, a falta de capote, cita Baltasar al novillo en otro link de este foro, ni la del cuento de aquella manta que pasaba de padres a hijos para acompañar al abuelo al asilo, ni la de entre otras frases hechas: “liarse la manta” cuando alguien se arriesga a un negocio poco seguro, ni la de “carretera y manta”, ni la de “tirar de la manta”. Esta acepción de “cobrar la manta” consistía en muchos pueblos en una especie de contribución que debía aportar un forastero cuando se hacía novio de una moza del pueblo y que consistía en una invitación.
Por ejemplo en Bezas (Teruel) si que se cobraba; paso a transcribir la descripción que sobre la manta hacen de esa vieja costumbre de aquel pueblo:
“Cualquier motivo podía servir para romper la monotonía del trabajo, en este caso una boda, pero no una boda cualquiera, sino la de una moza del pueblo con un “forastero”, un mozo de otro pueblo. Eso de llevarse una zagala -cuando la escasez de ellas era evidente-, parece que no estaba del todo bien visto, y si no era posible evitarlo; al menos que le costara al intruso unos duros el hacerlo.
Cuando ya se comprobaba que el noviazgo estaba adelantado, pues el mozo ya “entraba” a casa de su futuro suegro, se le comunicaba que era costumbre en el pueblo que el novio pagara la manta, consistente en una convidada al resto de los mozos. En estas ocasiones los conejos y el vino solía ser el plato a degustar, normalmente cocinado en algún bar del pueblo donde, entre bromas, se podía oír cantar esta jota:
Que bien cantas, que bien bailas,/ que bien te jaleas niña/
si tan bien le das al “ciazo”,/ que suave caerá la harina.
Pero no siempre era bien aceptado por el novio; en ocasiones alguno se puso “farruco” negándose a pagar la manta, viéndose con sus huesos en el pilón del abrevadero de las mulas, sacado a pedradas del pueblo o quemando alguna "bardera" de leña de la familia de la novia, todo esto para que reconsiderara el cumplir con la tradición.”.
Como digo, yo no recuerdo que en Deza se cobrara la manta, ni se apedreara a nadie.
Un saludo
Paso a copiar otra colaboración mia de hace años:
La manta también tiene muchas acepciones, pero esta manta no es con la que, a falta de capote, cita Baltasar al novillo en otro link de este foro, ni la del cuento de aquella manta que pasaba de padres a hijos para acompañar al abuelo al asilo, ni la de entre otras frases hechas: “liarse la manta” cuando alguien se arriesga a un negocio poco seguro, ni la de “carretera y manta”, ni la de “tirar de la manta”. Esta acepción de “cobrar la manta” consistía en muchos pueblos en una especie de contribución que debía aportar un forastero cuando se hacía novio de una moza del pueblo y que consistía en una invitación.
Por ejemplo en Bezas (Teruel) si que se cobraba; paso a transcribir la descripción que sobre la manta hacen de esa vieja costumbre de aquel pueblo:
“Cualquier motivo podía servir para romper la monotonía del trabajo, en este caso una boda, pero no una boda cualquiera, sino la de una moza del pueblo con un “forastero”, un mozo de otro pueblo. Eso de llevarse una zagala -cuando la escasez de ellas era evidente-, parece que no estaba del todo bien visto, y si no era posible evitarlo; al menos que le costara al intruso unos duros el hacerlo.
Cuando ya se comprobaba que el noviazgo estaba adelantado, pues el mozo ya “entraba” a casa de su futuro suegro, se le comunicaba que era costumbre en el pueblo que el novio pagara la manta, consistente en una convidada al resto de los mozos. En estas ocasiones los conejos y el vino solía ser el plato a degustar, normalmente cocinado en algún bar del pueblo donde, entre bromas, se podía oír cantar esta jota:
Que bien cantas, que bien bailas,/ que bien te jaleas niña/
si tan bien le das al “ciazo”,/ que suave caerá la harina.
Pero no siempre era bien aceptado por el novio; en ocasiones alguno se puso “farruco” negándose a pagar la manta, viéndose con sus huesos en el pilón del abrevadero de las mulas, sacado a pedradas del pueblo o quemando alguna "bardera" de leña de la familia de la novia, todo esto para que reconsiderara el cumplir con la tradición.”.
Como digo, yo no recuerdo que en Deza se cobrara la manta, ni se apedreara a nadie.
Un saludo