SORIA MÁGICA II.
La Orden del Temple fue una orden medieval de carácter religioso y militar cargada de tintes legendarios, nacida después de la primera cruzada. Fue fundada en Jerusalén en 1118 por nueve caballeros franceses, con Hugo de Payens a la cabeza.
La tradición de presencia templaria en la provincia de Soria se ha perpetuado a lo largo de los siglos, y existen, al menos, quince enclaves relacionados con la Orden del Temple. En 1270 los templarios comenzaron la construcción del monasterio de San Polo en la ciudad de Soria. Terminan una particular iglesia, volumen más importante de lo que sería la encomienda. Sitio de defensa, huerta, hospedería e iglesia seria San Polo durante la estancia de los templarios. En la ermita de San Saturio hay curiosidades que hacen referencia a los templarios.
El Duque de Soria Bertrand Du Guesclin, fue Gran Maestre Neo-Templario a mediados del siglo XIV, trece años antes de recibir el ducado de Soria, en 1370, y las plazas de Almazán, Morón de Almazán, Monteagudo, Deza, Atienza y Serón de Nágima por concesión de Enrique de Trastámara.
Entre sus muros otra vez de la mano de Gustavo Adolfo Bécquer sitúa la leyenda “El Rayo de Luna”. Hay otra leyenda sobre su Cristo templario “El Cristo Cillerero” que se encuentra en el altar mayor de San Juan de Rabanera.
La Orden del Temple fue una orden medieval de carácter religioso y militar cargada de tintes legendarios, nacida después de la primera cruzada. Fue fundada en Jerusalén en 1118 por nueve caballeros franceses, con Hugo de Payens a la cabeza.
La tradición de presencia templaria en la provincia de Soria se ha perpetuado a lo largo de los siglos, y existen, al menos, quince enclaves relacionados con la Orden del Temple. En 1270 los templarios comenzaron la construcción del monasterio de San Polo en la ciudad de Soria. Terminan una particular iglesia, volumen más importante de lo que sería la encomienda. Sitio de defensa, huerta, hospedería e iglesia seria San Polo durante la estancia de los templarios. En la ermita de San Saturio hay curiosidades que hacen referencia a los templarios.
El Duque de Soria Bertrand Du Guesclin, fue Gran Maestre Neo-Templario a mediados del siglo XIV, trece años antes de recibir el ducado de Soria, en 1370, y las plazas de Almazán, Morón de Almazán, Monteagudo, Deza, Atienza y Serón de Nágima por concesión de Enrique de Trastámara.
Entre sus muros otra vez de la mano de Gustavo Adolfo Bécquer sitúa la leyenda “El Rayo de Luna”. Hay otra leyenda sobre su Cristo templario “El Cristo Cillerero” que se encuentra en el altar mayor de San Juan de Rabanera.