Este fresco y bello paisaje de la foto no pertenece a ninguna de las cuatro comunidades autónomas que forman la España Verde. Este sendero, ancestral camino bordeado de salicáceas y coníferas que inspira paz y frescura, es el camino de Almanzorre ¡en Agosto!... aunque ahora es poco frecuentado, otrora fue camino obligado para buhoneros, labradores y pastores con sus ganados. Cuando caigo por Deza me gusta recorrerlo hasta el final y, haciendo un alto, beber el agua fresca de su fuente, escuchar a los pájaros y recordar cuando, casi un niño, lo recorría camino de las Hoyas o del LLano del Rebollo, o para segar el espliego en víspera de las fiestas. Los chopos, regados por el agua del manantial, a un lado, le dan ese aspecto de frescor y, al otro lado, los pinos que en los años cincuenta plantamos y que ahora podemos contemplar alegrando aquellos entonces yermos de las solanas y umbrías. Mis recuerdos me trasladan a aquellos años en que se realizó la repoblación forestal en la que participamos dos brigadas de trabajadores al mando del agente forestal Demetrio Vega, de la que fueron capataces José el de la Bodeguilla y el tío Victoriano. Las jornadas estaban bien pagadas para aquellos tiempos: de diez a doce duros diarios –aproximadamente 35 ctmos de euro-. Esperemos que no tengan el triste final que otros pinares; costó varios años repoblarlos y pueden desaparecer en pocas horas.
Un saludo
Un saludo