¡hay que ver como un trillo viejo y desvencijado puede traer tantos recuerdos!. Bucólica añoranza del pasado que nos hace evocar tiempos difíciles, pero alegres porque éramos jóvenes y la juventud está unida a la alegría. He leído con interés toda esta página y me trae recuerdos compartidos. Todo cuanto en ellas se dice es cierto y me identifico con quien escribe al respecto. También observo que otros ya lo vivieron únicamente de visita, pero entonces era muy duro soportar el sol y el hedor de las mulas con el monorrítmico sonido de la paja al ser cortada por el trillo, pasando una y otra vez por el mismo sitio si te descuidabas y dejabas a las mulas su albedrío. Pero el sudor y el tamo, tanto en el Mediano como en el Cabezuelo o las Eras Bajeras, se vivía con resignación e incluso con alegría. Cuando llegaba el atardecer y se aproximaba la hora de soltar, se escuchaban los gritos a las mulas entre alegres jotas, y se escurría la bota con el colindante. ¡Oh témpora, oh mores! ¡Cómo han cambiado los tiempos!
Al viejo trillo
Pretérito recuerdo de mi vida,
testigo de mis años del pasado,
como el arpa de Bécquer olvidado;
patética visión de despedida.
La evolución cambió tu hegemonía
y convirtió tus jornadas de gloria
en tiempos que pasaron a la historia
trocando el esplendor en agonía.
Así quedan los hombres a su suerte
cuando dieron lo bueno de sus vidas:
esperando en las eras del Mediano
como el trillo que allí aguarda la muerte
con su recia madera ya podrida.
¡Piedras, sierras y honor, trillo dezano!
Al viejo trillo
Pretérito recuerdo de mi vida,
testigo de mis años del pasado,
como el arpa de Bécquer olvidado;
patética visión de despedida.
La evolución cambió tu hegemonía
y convirtió tus jornadas de gloria
en tiempos que pasaron a la historia
trocando el esplendor en agonía.
Así quedan los hombres a su suerte
cuando dieron lo bueno de sus vidas:
esperando en las eras del Mediano
como el trillo que allí aguarda la muerte
con su recia madera ya podrida.
¡Piedras, sierras y honor, trillo dezano!