DEZA: Difícil mundo el de la Botánica, decía en mi comentario...

Difícil mundo el de la Botánica, decía en mi comentario anterior. A los diferentes nombres vulgares, añádele ahora los científicos.
Veamos como ejemplo:

Lavandula es un género de la familia de las lamiáceas, que contiene una treintena de especies conocidas como lavanda, alhucema, espliego o cantueso. Estas son matas, algunas escasamente leñosas, pelosas en muchos de sus órganos y con glándulas esenciales.
Presentan hojas opuestas, simples, enteras, dentadas o pinnatífidas. Poseen inflorescencias de tipo verticilastro dispuestas en pisos separados a lo largo del eje florífero o en una estructura compacta, axilados por brácteas “florales” (para diferenciar de una corona de brácteas que puede aparecer o no en lo más alto de la inflorescencia cuya función es atraer a los insectos polinizadores).
Las flores son pequeñas, con un cáliz tubular, casi actinomorfo, acostillado con 5 dientes cortos y un apéndice oblongo o romboidal en la parte superior. La corola es bilabiada, con el labio superior recto, erguido, formado por dos lóbulos. El labio inferior trilobado. Poseen cuatro estambres, didínamos y el ovario dividido en cuatro partes. El fruto se presenta en tetranúcula.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
La cosa se complica:

Lavandula spica Cav., es una hierba, que florece en verano, a partir del mes de junio; es conocida como espliego, alhucema o cantueso. Se encuentra en las laderas y collados pedregosos o rocosos, entre 600 y 1.700 msnm de altitud. Se recolecta para usos medicinales durante los meses de junio y julio, cuando están abiertas las flores.
L. spica se usa en forma de tisana como digestivo, estimulante y antiespasmódico, para combatir los cólicos y los flatos y las indigestiones. ... (ver texto completo)
El bueno de mi padre (q. e. p. d.), a quien echo de menos, solía salir al campo de Soria -Santa Ana y alrededores- muy de mañana, en esos meses de nuestro corto verano que invitan a pasear, y con un amor cuasi franciscano, cortaba con su navajilla con sumo cuidado tallos de espliego -unos pocos de esta mata, otros pocos de la otra, pues decía que hay que respetar las plantas y no arrasar con ellas, y que la poda no sólo no era perjudicial, sino que la planta adquiría vigor, lo contrario si se arrancaba ... (ver texto completo)