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DEZA: Buenos días, pefeval. Comparto plenamente tus puntos...

En Deza el romero es muy habitual y hasta incluso hay un paraje que se llama Los Romerales. No obstante la planta del romero se cría también entre las chaparras, en monte bajo. Cuando se iba a buscar leña con las mulas, se hacía alguna gavilla y se traía a casa expresamente para encender el fuego o sea que se usaba como iniciador, que se diría ahora. Al arder hacía mucha llama y esparcía un olor especial por toda la vivienda y hasta incluso los humos de la "chimenera" envolvían el barrio completamente.

Un recuerdo muy especial a mi amigo José "el Romero", buen apicultor.

Buenos días.

un abrazo.

Buenos días, abuelo, pefeval, dezano..., buenos días Deza. Parece que hoy ya hay internet por aquí. (Cuando las máquinas trabajan por las calles es para echarse a temblar. Lo mismo te rompen un cable de fibra óptica que una tubería de gas. Somos el país de la chapuza y la improvisación.)
Saludos.

Buenos días, Manuel, abuelo y amigos foreros. También tengo algunos problemillas con Internet pero, como el programa que más utilizo es el office para escribir mis relatos, no me afecta mucho. Hoy sábado que no salgo de la ciudad, observo el silencio de la calle; solamente oigo el nervioso ruido de los coches por la avenida. En la urbanización donde resido ya no se escuchan los gritos de los niños jugando en las canchas de básket. Y pensar que hace solamente diez años participaban cuatro o cinco equipos de la misma edad que llenaban de vida las instalaciones…. ¿dónde están esos niños? Desgraciadamente cada día juegan menos en la calle. Este cambio de costumbres, dicen que se debe a la inseguridad, a que los padres no permiten a los hijos bajar a jugar a la calle sin protección adulta, pero ese no es el motivo porque el recinto no ofrece peligro alguno. Otros dicen que la sedentarización de las diversiones infantiles ha pasado de corretear por las calles a corretear por la consola. Quizás el segundo sea el más acertado.
¡Qué distinta nuestra niñez! Y si además has tenido la suerte de vivirla en un pueblo como Deza
Cuando de niños salíamos de la escuela jugábamos a las canicas, a la peonza, a los espadachines, a perseguir a las chicas o a tirarnos cerones, a la estornija o a perseguirnos por todas las calles del pueblo hasta que llegaba la hora de cenar. Así aprendíamos la ley de la calle, esa que no se aprende en los libros; aprendíamos a respetar la opinión ajena, aprendíamos que había más vida que el criterio de nuestros padres, aprendíamos a vivir.

Aunque tengan otros valores, hoy casi todos los niños viven aislados en su burbuja en detrimento de una educación de convivencia, porque no conocen ningún lugar social fuera de los ya establecidos: el colegio, la casa, la consola y las tareas extraescolares.
Quizás esta conducta asocial, consecuencia de su vida sedentaria, tenga como resultado la arrogancia y el egoísmo. O tal vez yo esté equivocado, todo es subjetivo; pero soy libre al opinar.

Buenos días, pefeval. Comparto plenamente tus puntos de vista. Sé que no debemos hablar de nadie, aunque sea bien, pero tus mensajes están plenos de calidad por lo que dices y por cómo lo dices. Pones en todos ellos tu toque personal muy interesante. Como el dicho: se podrá decir más alto, pero no mejor. Yo también vivo en una de las ciudades más pobladas de España y puedo corroborar tus afirmaciones, aunque poco más puedo añadir a lo por ti comentado. Luego ocurre lo que mencionaba antes "Celtíbero" en estas mismas páginas.
Si a eso añades que se perdieron las charlas de "mesa camilla y brasero" o "cocina y lumbre" con la familia, y que por razones laborales y otras cuestiones cada vez pasan menos rato con sus padres... para qué seguir. Si te das una vuelta por un patio de colegio, observarás que los críos cada vez saben menos de juegos.