2006-03-05 18:17:50
Vitoria "la sillera", arreglaba y hacía sillas. La anea la cogía en el río Henar concretamente en el azur de Albalate. Era su oficio, la preparaba y con ello hacía las sillas de una manera brillante. Desde que lo dejó ella ya no se han vuelto a fabricar en Deza. Un oficio artesanal, digno de ver como lo hacía.
Con cariño, C.
Vitoria "la sillera", arreglaba y hacía sillas. La anea la cogía en el río Henar concretamente en el azur de Albalate. Era su oficio, la preparaba y con ello hacía las sillas de una manera brillante. Desde que lo dejó ella ya no se han vuelto a fabricar en Deza. Un oficio artesanal, digno de ver como lo hacía.
Con cariño, C.
2006-03-10 08:08:17
En la presente fotografía vemos una silla normal y un reclinatorio de la industria artesana antigua de Deza. Una silla todo el mundo sabe lo que es pues cada día las usamos mil veces. Lo que ya no es tan normal es el reclinatorio. Pues un reclinatorio tiene dos funciones específicas como son servir para arrodillarse en la iglesia y dándole la vuelta, para sentarse. Es una pieza de museo pues ya no se usan ni tienen utilidad alguna. Antes se hacían servir por las mujeres, al no haber bancos suficientes en el templo y cada familia tenía por lo menos una, en un recuadro que había en el suelo y que representaba una verdadera sepultura de algún familiar antepasado puesto que en interior de la iglesia hacían ya muchos años que no se enterraba a nadie. Pero se habían enterrado y por tradición cada familia sabía cual era la suya. Y allí se encendía la "tablilla" cada día durante la misa.
Un abrazo.
En la presente fotografía vemos una silla normal y un reclinatorio de la industria artesana antigua de Deza. Una silla todo el mundo sabe lo que es pues cada día las usamos mil veces. Lo que ya no es tan normal es el reclinatorio. Pues un reclinatorio tiene dos funciones específicas como son servir para arrodillarse en la iglesia y dándole la vuelta, para sentarse. Es una pieza de museo pues ya no se usan ni tienen utilidad alguna. Antes se hacían servir por las mujeres, al no haber bancos suficientes en el templo y cada familia tenía por lo menos una, en un recuadro que había en el suelo y que representaba una verdadera sepultura de algún familiar antepasado puesto que en interior de la iglesia hacían ya muchos años que no se enterraba a nadie. Pero se habían enterrado y por tradición cada familia sabía cual era la suya. Y allí se encendía la "tablilla" cada día durante la misa.
Un abrazo.