Hace algunos años, un amigo me preguntó por qué razón el gato, al pasarle la mano por el lomo acariciándolo, levanta siempre su cola. La verdad es que a mi no se me ocurrió la respuesta. Pues según mi amigo el gato quiere decirte, como no puede hablar, que en ese punto se acaba el gato. Que vuelvas a empezar de nuevo a pasarle la mano, que le gusta lo que le haces. Pues yo siempre pienso al ver esta señal, que a partir de aquí se acaba el pueblo, se acaba Deza. Si quieres volver a gozar del entorno, date la vuelta y empieza de nuevo, porque si sigues te saldrás del gato, digo del pueblo y quizá te vayas muy lejos.
Y no te pasas nunca de la raya si vas por la carretera, si eres joven y conduces. Que no se acabe el gato... digo la VIDA.
Un abrazo.
Y no te pasas nunca de la raya si vas por la carretera, si eres joven y conduces. Que no se acabe el gato... digo la VIDA.
Un abrazo.