Hoy 16 de septiembre, ha sido hasta hace pocos años, el día en que en Deza se celebraba la comida del toro en la Plaza Mayor. En un principio de guisaba un toro lidiado que era comprado por listas. Se preparaba en una caldera comunal y todo aquel que pagaba tenía derecho a su ración y entre varios amigos se comían lo que les tocaba como segundo plato, ya que el primero se lo cocinaban ellos a su gusto y solían ser judiones verdes refritos con tomate. De postre se compraban allí mismo los melones pues siempre había alguna parada para las Fiestas.
El segundo toro se vendía en la carnicería y corría con su gestión la cofradía del Santo Cristo.
Posteriormente hubo hasta tres toros y alguna vaquilla y todo se vendía al público que lo compraba y guisaba a su manera. Parte de la carne comprada también se la llevaban algunos, por encargo, para matar la morrina del alguien que no había podido venir a Fiestas.
Después de las vacas locas, ya es otra historia pues los toros no se aprovechaban. Ahora creo que otra vez se vuelvan a guisar los mismos toros, convenientemente garantizado su consumo.
Lo que también ha cambiado ha sido el día que puede ser hasta una semana anterior; pero ya nunca, tal como están las cosas, será el día 16.
Un abrazo.
El segundo toro se vendía en la carnicería y corría con su gestión la cofradía del Santo Cristo.
Posteriormente hubo hasta tres toros y alguna vaquilla y todo se vendía al público que lo compraba y guisaba a su manera. Parte de la carne comprada también se la llevaban algunos, por encargo, para matar la morrina del alguien que no había podido venir a Fiestas.
Después de las vacas locas, ya es otra historia pues los toros no se aprovechaban. Ahora creo que otra vez se vuelvan a guisar los mismos toros, convenientemente garantizado su consumo.
Lo que también ha cambiado ha sido el día que puede ser hasta una semana anterior; pero ya nunca, tal como están las cosas, será el día 16.
Un abrazo.