De esta guisa y con este porte, dos dezanos, el tío Vicente y el tío Botero- desconozco su nombre-, nos enseñan en la instantánea mucho más que sus físicos. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y aquí se ve claramente que el refrán es cierto. Se muestra en sepia un documento histórico digno de figurar en cualquier exposición de costumbrismo, quizás uno de las primeras fotos que se hicieran en Deza, cuando después del daguerrotipo se fue perfeccionando la fotografía. Está datada en los primeros años del siglo y en su atuendo se percibe la distinta tendencia y evolución del tradicional vestir: uno de calzón y el otro con un traje más vanguardista en el que se conservan la faja, las alpargatas y el chaleco; además, en lugar del cachirulo, ya se toca con una boina. Estos dos dignos antepasados eran socios y, mientras el primero se dedicaba a vender con su carro por los pueblos de Castilla y de Navarra, el otro atendía una pequeña tienda cerca de la iglesia. El abuelo Vicente vendía fruta-sobre todo uvas, botijos- etc.. ¿alguien recuerda esos gallos- botijos-. Pués era él quien los pintaba. A cambio venía cargado con pimientos morrones y melones que vendía a su vez junto a la puerta del tío Vitorico o en la tienda. Como se ve en la foto, una de sus principales industrias eran el vino y el anís que destilaban en alguno de los varios alambiques del pueblo, y en la foto aparece uno con el barrilito y el embudo y el otro con un tradicional boto. Desconozco la medida del recipiente que aparece junto a ellos, pero parece una jarra de medio cántaro o quizás de dos azumbres.
Mi amigo milaes, que además de impartir la docencia en la universidad de Madrid, es una enciclopedia en lo que respecta a personajes y costumbres de Deza, me dice que tampoco conoció al tío Botero, pero que un paisano nuestro que vivía y amenizaba el mentidero* de la Solana, y que además era un rapsoda simpático y socarrón, -inteligenti pauca-, entre otros chascarrillos le oyó contar el siguiente cuarteto:" Sardinas vende el botero/y la Atecana barriles/y en casa del tío Pichón*/ la fuente los Algadires”- probablemente se refiera al vino bautizado-. *Sabemos que los mentideros era los lugares en que se reunían nuestros abuelos para conversar. Y, aunque no me gusta dar nombres, el tío Pichón era el tío Antonio, marido de la tía Valeriana que vivía en la plaza. Todavía le recuerdo en sus últimos años en que era el juez del pueblo. También recuerdo, por aportar un grano más al costumbrismo, que la tía Valeriana era amiga de mi abuela y todos los días se reunían para peinarse y hacerse el moño mutuamente; era costumbre muy común, como un rito. La fotografía es una manera de conocer la historia. Un saludo.
Mi amigo milaes, que además de impartir la docencia en la universidad de Madrid, es una enciclopedia en lo que respecta a personajes y costumbres de Deza, me dice que tampoco conoció al tío Botero, pero que un paisano nuestro que vivía y amenizaba el mentidero* de la Solana, y que además era un rapsoda simpático y socarrón, -inteligenti pauca-, entre otros chascarrillos le oyó contar el siguiente cuarteto:" Sardinas vende el botero/y la Atecana barriles/y en casa del tío Pichón*/ la fuente los Algadires”- probablemente se refiera al vino bautizado-. *Sabemos que los mentideros era los lugares en que se reunían nuestros abuelos para conversar. Y, aunque no me gusta dar nombres, el tío Pichón era el tío Antonio, marido de la tía Valeriana que vivía en la plaza. Todavía le recuerdo en sus últimos años en que era el juez del pueblo. También recuerdo, por aportar un grano más al costumbrismo, que la tía Valeriana era amiga de mi abuela y todos los días se reunían para peinarse y hacerse el moño mutuamente; era costumbre muy común, como un rito. La fotografía es una manera de conocer la historia. Un saludo.