Camino de bajada a la Fuente Vieja. Antes de poner las fuentes públicas en la plaza y en las calles de Deza, era esta fuente, que llamamos vieja, la que más visitas recibía pues muchas de las mujeres de éste pueblo tenían que coger el agua para beber y fregar la casa en los chorros que caen de sus hermosos caños. Más tarde sirvió de camino para ir a la Taranzana, un barrio que se fundó al hacer en ese lugar, la industria de cerámica de nuestro pueblo, traída por personal procedente de Tajueco (Soria) y que se asentaron aquí definitivamente. A lo mejor queda aún algún descendiente de ellos; pero aseguraría que ya son muy pocos.
Un abrazo.
Un abrazo.