ARBOLES FRUTALES. (II)
Consejos para la plantación
El lugar más favorable para plantar un árbol frutal es el nivel medio y superior del huerto, siempre en una ubicación donde reciba luz solar directa. También hay que tener en cuenta que, para la mayoría de los frutales, el suelo excesivamente húmedo es perjudicial por lo que, cuando se da esta circunstancia, se hace necesario cavar un canal de desagüe, excepto en el cultivo del banano.
En cuanto a la siembra hay que tener en cuenta una serie de factores para conseguir un establecimiento rápido y seguro. En primer lugar, es necesario que las raíces reciban luz solar directa, para evitar la deshidratación del frutal. Para ello, hay que cavar un hoyo lo suficientemente hondo y colocar en él abundante fertilizante. Mientras se sostiene el árbol, convenientemente erguido para plantarlo, hay que tapar el hoyo con tierra mezclada con fertilizante o abono.
Por último, a la hora de plantar varios árboles frutales, hay que tener presente el espacio necesario entre ellos con el fin de que su desarrollo sea óptimo. Este espacio dependerá del tipo de frutal y de si los árboles anteriormente plantados son adultos. Así, por ejemplo, algunos tipos de cítricos requieren un espacio de al menos 1,5 metros entre ellos. Cuando se hace un cultivo intercalado, de distintos tipos de frutales, hay que aumentar la distancia entre ellos.
Consejos para la plantación
El lugar más favorable para plantar un árbol frutal es el nivel medio y superior del huerto, siempre en una ubicación donde reciba luz solar directa. También hay que tener en cuenta que, para la mayoría de los frutales, el suelo excesivamente húmedo es perjudicial por lo que, cuando se da esta circunstancia, se hace necesario cavar un canal de desagüe, excepto en el cultivo del banano.
En cuanto a la siembra hay que tener en cuenta una serie de factores para conseguir un establecimiento rápido y seguro. En primer lugar, es necesario que las raíces reciban luz solar directa, para evitar la deshidratación del frutal. Para ello, hay que cavar un hoyo lo suficientemente hondo y colocar en él abundante fertilizante. Mientras se sostiene el árbol, convenientemente erguido para plantarlo, hay que tapar el hoyo con tierra mezclada con fertilizante o abono.
Por último, a la hora de plantar varios árboles frutales, hay que tener presente el espacio necesario entre ellos con el fin de que su desarrollo sea óptimo. Este espacio dependerá del tipo de frutal y de si los árboles anteriormente plantados son adultos. Así, por ejemplo, algunos tipos de cítricos requieren un espacio de al menos 1,5 metros entre ellos. Cuando se hace un cultivo intercalado, de distintos tipos de frutales, hay que aumentar la distancia entre ellos.