No es extraño, la luna sabe de grandes amores, como las olas Esos fuertes elementos recogenlos suspiros, los besos puros de santos, de perfectos labios que movidos por las ondas e iluminados por la luna, retornan en el vuelo de gaviotas, que anidan cerca de nuestras ventans se acortan las distancias y se oyen bendecidos desde el cielo, los fuertes rumores del sublime amor. No faltan trinos a veces tristes del ruiseñor.