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DEZA: Había una viña en un paraje que se llama el barranco...

Hace un par de días me avisaron de Deza para que fuese a coger cerezas. Tengo un familiar que tiene varios cerezos en una huerta de regadío y otros muchos en una finca de secano. Las de regadío estaban a punto; pero como están cerca del pueblo, se llenan los árboles de toda clase de pájaros y en pocos días se las comen. Esas ya las puedes dar por acabadas. En el secano también acuden toda clase de bichos voladores; pero como hay tantas les duran un poco más. De todas maneras hay que espabilarse si quieres coger unas cajas.

Hace unos años, un apicultor graciosillo él, colocó sus colmenas en la finca de al lado y cuando llegaban a las cerezos estaban plagados de abejas que se comían las cerezas. Casi que no se pudieron coger para el consumo. De haber sido yo el amo de los cerezos, le hubiera avisado para que alejara las arnas de allí a toda prisa. Creo que lo hubiera realiazado; de lo contrario sería muy mal vecino, con ganas de perjudicar al prójimo, en beneficio propio.

Un abrazo.

Hace muchos años, nos fuimos con mi padre a un pueblo que se llama Herrera de Caderechas (Burgos). En ese pueblo hay muchas cerezas, se dan muy bien. Es un pueblo muy pequeño, pero la gente cultiva las tierras y dan muy buena producción de cerezas. Solamente.
Vienen de la fábrica que dicen ellos, y, les marcan un precio y se las llevan. Tienen asegurada al venta.
Luego estan las buenas "picotas" que las pueden vender en forma particular y sacan mas dinerito. La mayoria se las llevan al pais vasco.
La curiosidad que queria contar es la siguiente.
Como decia, mi padre, yo y una de mis hermanas nos acercamos al pueblo para que nos vendiesen una caja, total que allí nadie nos dijo nada. En fin, entonces una chica que por lo visto no tenía cerezos, porque su padre no los quiso plantar. Nos dio una caja de cerezas de su huerta, que tenia dos cerezos. Entonces un señor del pueblo va y dice: "la mas pobre del pueblo, es la única que da cerezas" y era cierto, encima no nos la quiso cobrar.
De esto hace muchos años, pero, siempre me acuerdo de aquella anecdota.
Cosas de la vida, al contar el abuelo, esto de las cerezas me he acordado.
También dire que desde aquello, alguna vez nos hemos acercado por aquellos pueblo, y algún que otro sabado les hemos ayudado a la recolecta de las cerezas.
Con los años, los hijos sembraron cerezos, y ahora tienen dos fincas bien hermosas que les dan buena producción.
Y todo eso os cuento.
Un saludo

Había una viña en un paraje que se llama el barranco viscoso y tenía el tio Justo un cerezo enorme. Ahora ya no se dejan tan grandes. El caso es que estaban las cerezas en su punto exacto de madurez y cuando el amo se iba, nos acercábamos los chicos de la Puerta Cihuela que lo teníamos vigilado y nos poníamos las botas. Un día de esos nos pilló de improviso a tres chavales subidos en el árbol y dos de ellos nos tiramos desde arriba al suelo y enganchamos a correr. Como el amo era una persona mayor no pudo seguirnos ni cien metros. Pero uno de ellos siguió como si tal cosa: comiendo cerezas y echándole las pitas al suelo. Total que el tio Justo le tiraba piedras y le hacía preguntas para saber de que casa era y como se llamaba y el amigo seguía comiendo cerezas como si nada. Hasta me acuerdo que le dijo: “Anda échame una de tus alpargatas al suelo...”pero claro no le hizo caso.
Como la cosa iba para rato, el buen señor y amo de la viña y del cerezo, sólo se le ocurrió sentarse en al tronco y esperar a que el Julián bajase y llevarlo cogido de las orejas a su casa. Era el peor castigo, claro. Pues en esto, cuando estaba un poco descuidado el señor cuidador de sus cerezas, mi amigo se bajó de un salto y lo dejó plantado. Nosotros que vigilábamos de lejos, lo vimos después de una carrerilla, con los brazos en jarra, diciendo: ¡Menuda me la has hecho bribón...!

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Estoy pensando de ir o no ir a la cereza.

El caso es el siguiente: Si voy a la cereza a Deza, es de suponer que llegaría a tiempo todavía, saliendo el viernes que es cuando cumplo la normativa de poder conducir mi coche. Y si voy se da por hecho de que me hartaré de cerezas y me traeré dos o tres cajas. Y que lo pasaré se supone que bien a pesar de que es un viaje largo y pesado. Pero me hago otra pregunta ¿Merece la pena ir, hacer ochocientos kilómetros ida y vuelta, teniendo en la puerta de ... (ver texto completo)