"LA COMPRA" (O LA COMPRA DEL TORO)
Hoy es un día grande en Soria capital. Se celebra "La Compra". Tanto se ha escrito de las Fiestas de San Juan, existe tan amplia bibliografía, que poco podríamos añadir, salvo vivencias personales. El abuelo, no hace mucho, me invitaba a que comentase algo de las fiestas grandes de Soria. Haría falta tiempo para preparar unas líneas sobre estas fiestas tan conocidas, porque es difícil ser original por lo antes apuntado.
Como es sabido, las fiestas de San Juan -como más se conocen hoy- o de La Madre de Dios, o de Calderas, son antiquísimas y se caracterizan por su originalidad que las hace únicas. Mut resumido, Soria hace siglos era una minúscula población de carácter semirural -piénsese, por ejemplo, que cuando Machado llega a Soria en 1907 Soria contaba con escasamente 7.000 almas- que se agrupaba en torno a su parroquias. Los vecinos, bajo la advocación de un santo titular, se reunían en sus barrios (cuadrillas) y elegían un alcalde de barrio o jurado que era la cabeza visible de la cuadrilla.
Antiguamente había 16 cuadrillas que, con el paso de los años, se convirtieron en las 12 ya tradicionales:
La Cruz y San Pedro
Santa Catalina
La Mayor
El Rosel y San Blas
Santiago
San Miguel
San Juan
Santo Tomé, San Clemente y San Martín
San Esteban
El Salvador
Santa Bárbara
La Blanca
(Observamos que las 16 primitivas se agruparon en La Cruz y San Pedro; El Rosel y San Blas; y Santo Tomé, San Clemente y San Martín).
En la actualidad sólo se conservan las iglesias de San Pedro, La Mayor, San Juan, Santo Tomé (Sto. Domingo), El Salvador y la ermita de Santa Bárbara.
Elegido el Jurado, los vecinos se reunían en primer domingo de mayo, en asamblea democrática, "El Catapán", para decidir si se iban a celebrar fiestas. Piénsese que en tiempos de pestes o epidemias, la población "podría no estar para fiestas". Ante el ritual: "Vecinos, queréis fiestas", la respuesta solía ser más que ociosa más que ociosa. El reparto de pan y vino -también queso o bacalao, depende- y con el acompañamiento de la dulzaina y tamboril, podía considerarse este como el preludio de lo que vendría después.
Sirvan estos hilvanes a vuelapluma, y muy abreviado, para hacer un pequeño esbozo de las fiestas.
Hoy es un día grande en Soria capital. Se celebra "La Compra". Tanto se ha escrito de las Fiestas de San Juan, existe tan amplia bibliografía, que poco podríamos añadir, salvo vivencias personales. El abuelo, no hace mucho, me invitaba a que comentase algo de las fiestas grandes de Soria. Haría falta tiempo para preparar unas líneas sobre estas fiestas tan conocidas, porque es difícil ser original por lo antes apuntado.
Como es sabido, las fiestas de San Juan -como más se conocen hoy- o de La Madre de Dios, o de Calderas, son antiquísimas y se caracterizan por su originalidad que las hace únicas. Mut resumido, Soria hace siglos era una minúscula población de carácter semirural -piénsese, por ejemplo, que cuando Machado llega a Soria en 1907 Soria contaba con escasamente 7.000 almas- que se agrupaba en torno a su parroquias. Los vecinos, bajo la advocación de un santo titular, se reunían en sus barrios (cuadrillas) y elegían un alcalde de barrio o jurado que era la cabeza visible de la cuadrilla.
Antiguamente había 16 cuadrillas que, con el paso de los años, se convirtieron en las 12 ya tradicionales:
La Cruz y San Pedro
Santa Catalina
La Mayor
El Rosel y San Blas
Santiago
San Miguel
San Juan
Santo Tomé, San Clemente y San Martín
San Esteban
El Salvador
Santa Bárbara
La Blanca
(Observamos que las 16 primitivas se agruparon en La Cruz y San Pedro; El Rosel y San Blas; y Santo Tomé, San Clemente y San Martín).
En la actualidad sólo se conservan las iglesias de San Pedro, La Mayor, San Juan, Santo Tomé (Sto. Domingo), El Salvador y la ermita de Santa Bárbara.
Elegido el Jurado, los vecinos se reunían en primer domingo de mayo, en asamblea democrática, "El Catapán", para decidir si se iban a celebrar fiestas. Piénsese que en tiempos de pestes o epidemias, la población "podría no estar para fiestas". Ante el ritual: "Vecinos, queréis fiestas", la respuesta solía ser más que ociosa más que ociosa. El reparto de pan y vino -también queso o bacalao, depende- y con el acompañamiento de la dulzaina y tamboril, podía considerarse este como el preludio de lo que vendría después.
Sirvan estos hilvanes a vuelapluma, y muy abreviado, para hacer un pequeño esbozo de las fiestas.
Leyendo lo escrito sobre las fiestas de San Juan, observo que se ha deslizado alguna palabra repetida, alguna letra bailada... cosas de escribir sin revisar.
LA COMPRA
Decidida la entrada en fiestas, había que comprar un toro (novillo) con el que hacer la fiesta y que después sería comido en caldereta comunal. Ese toro lo compraban las cuadrillas de entre los que pastaban en el Monte de Valonsadero, a escasos kilómetros de Soria, monte mágico para los sorianos, donde se conservan pinturas rupestres. El toro. Y allí se desplazaba el vecindario de las cuadrillas andando, en burro, a caballo, o en carro. Años más tarde, con la aparición del automóvil, en camiones engalandados con hojas de chopo, aulagas, flores... -la gente de pie en la caja- o en tastarros, coches viejos adornados que de forma inverosímil llegaban hasta el monte atestados de mozos. Hoy se ha perdido parte de este tipismo y el desplazamiento se hace -se hará esta tarde- en largas caravanas de coches o en autobuses.
Día grande para Soria, aunque los toros se han comprado previamente por el ayuntamiento a ganaderías de fuera. Por la mañana, los caballistas recogen los toros de Cañada Honda, y los encierran en los corrales mientras la música llena el ambiente y el vino, el chorizo, los torreznillos, el moscatel... alegran el cuerpo. Por la tarde, partirá la comitiva desde Soria y a las 6 se soltarán los toros por la Cañada para que los más intrépidos puedan correrlos. Más música, más fiesta. Sol, vino y toros.
Saludos.
LA COMPRA
Decidida la entrada en fiestas, había que comprar un toro (novillo) con el que hacer la fiesta y que después sería comido en caldereta comunal. Ese toro lo compraban las cuadrillas de entre los que pastaban en el Monte de Valonsadero, a escasos kilómetros de Soria, monte mágico para los sorianos, donde se conservan pinturas rupestres. El toro. Y allí se desplazaba el vecindario de las cuadrillas andando, en burro, a caballo, o en carro. Años más tarde, con la aparición del automóvil, en camiones engalandados con hojas de chopo, aulagas, flores... -la gente de pie en la caja- o en tastarros, coches viejos adornados que de forma inverosímil llegaban hasta el monte atestados de mozos. Hoy se ha perdido parte de este tipismo y el desplazamiento se hace -se hará esta tarde- en largas caravanas de coches o en autobuses.
Día grande para Soria, aunque los toros se han comprado previamente por el ayuntamiento a ganaderías de fuera. Por la mañana, los caballistas recogen los toros de Cañada Honda, y los encierran en los corrales mientras la música llena el ambiente y el vino, el chorizo, los torreznillos, el moscatel... alegran el cuerpo. Por la tarde, partirá la comitiva desde Soria y a las 6 se soltarán los toros por la Cañada para que los más intrépidos puedan correrlos. Más música, más fiesta. Sol, vino y toros.
Saludos.
A "LA COMPRA"
Pasodoble 1939
Letra: D. Jesús Hernández de La Iglesia
Música: D. Francisco García Muñoz
La moza que adoro
soriana sin par,
la "Compra del Toro"
quiere celebrar.
A Valonsadero
yo la llevaré
en jaco ligero,
en burra o a pie.
Con toda la pompa
pondrá mi "Jurao"
para ir a "La Compra",
un coche "adornao".
También la Jurada
que nunca fue ruin,
tiene preparada
merienda sin fin.
Moza, si a "La Compra" vas,
y quieres que yo te quiera.
Moza, si a "La Compra" vas,
tienes que bailar conmigo
esta tarde en la pradera.
Esta tarde en la pradera,
moza, si a "La Compra" vas
Pasodoble 1939
Letra: D. Jesús Hernández de La Iglesia
Música: D. Francisco García Muñoz
La moza que adoro
soriana sin par,
la "Compra del Toro"
quiere celebrar.
A Valonsadero
yo la llevaré
en jaco ligero,
en burra o a pie.
Con toda la pompa
pondrá mi "Jurao"
para ir a "La Compra",
un coche "adornao".
También la Jurada
que nunca fue ruin,
tiene preparada
merienda sin fin.
Moza, si a "La Compra" vas,
y quieres que yo te quiera.
Moza, si a "La Compra" vas,
tienes que bailar conmigo
esta tarde en la pradera.
Esta tarde en la pradera,
moza, si a "La Compra" vas