LO QUE SE HA ESCRITO, O SE ESCRIBE, DE DEZA
(Quien mal anda, mal acaba)
De la importancia que tenía la población morisca en esta zona limítrofe con Aragón, dos pueblos destacan: Deza y Arcos de Jalón, pueblos cercanos y muy relacionados entre la población morisca que conocía poco de fronteras y entre quienes había frecuentes vinculaciones matrimoniales. Entre los procesos que de la Inquisición de Cuenca manejó Mercedes garcía Arenal, se recogen estas palabras, sacadas de uno de ellos:
En el lugar de Deza la mayor parte son christianos nuevos de moros y en este Santo Oficio ha habido dellos presos y reconciliados que estaban moros antes.
Basándose en los datos de la investigación citada, de unos 340 procesos de moriscos que se conservan -el resto hasta 480, es decir unos 140, están incompletos o suspensos- sólo 15 aparecen con pena de relajación y de éstos 10 eran de Arcos de Jalón y Deza, lo que indica, entre otras cosas, su alta demografía dentro del ámbito de la Inquisición de Cuenca. Precisamente dos de ellos fueron relajados en estatua; uno murió en la cárcel (que tuvo que ser nuestro Román Ramírez), ya que el otro lo fue por haberse ahorcado en ella.
(Continúa)
(Quien mal anda, mal acaba)
De la importancia que tenía la población morisca en esta zona limítrofe con Aragón, dos pueblos destacan: Deza y Arcos de Jalón, pueblos cercanos y muy relacionados entre la población morisca que conocía poco de fronteras y entre quienes había frecuentes vinculaciones matrimoniales. Entre los procesos que de la Inquisición de Cuenca manejó Mercedes garcía Arenal, se recogen estas palabras, sacadas de uno de ellos:
En el lugar de Deza la mayor parte son christianos nuevos de moros y en este Santo Oficio ha habido dellos presos y reconciliados que estaban moros antes.
Basándose en los datos de la investigación citada, de unos 340 procesos de moriscos que se conservan -el resto hasta 480, es decir unos 140, están incompletos o suspensos- sólo 15 aparecen con pena de relajación y de éstos 10 eran de Arcos de Jalón y Deza, lo que indica, entre otras cosas, su alta demografía dentro del ámbito de la Inquisición de Cuenca. Precisamente dos de ellos fueron relajados en estatua; uno murió en la cárcel (que tuvo que ser nuestro Román Ramírez), ya que el otro lo fue por haberse ahorcado en ella.
(Continúa)