Hoy, 27 de junio, en Soria es Sábado Agés.
LOS AGÉS
Pasodoble, 1941
Abran bien los ojos
y vean señores,
qué hermosos despojos
voy a subastar.
De esta piel fresquita
tan fina y lustrosa
que a tocarla invita
digan cuánto dan.
Este caballero
da treinta pesetas
es poco dinero,
más ofrece aquél.
Ya dan treinta y siete,
suban otro poco,
y en un periquete
me quitó la piel.
¡A ver que se hace ese "cuatro"
que hace ya un buen rato
no da de beber!
Dales que echen otro trago
y subasta el rabo
por lo que te den.
Beban de ese rico "tinto"
que alegra el instinto
y apaga la sed,
y además de ser barato
es recuerdo grato del Sábado Agés.
¡A ver que se hace ese "cuatro"...
LOS AGÉS
Pasodoble, 1941
Abran bien los ojos
y vean señores,
qué hermosos despojos
voy a subastar.
De esta piel fresquita
tan fina y lustrosa
que a tocarla invita
digan cuánto dan.
Este caballero
da treinta pesetas
es poco dinero,
más ofrece aquél.
Ya dan treinta y siete,
suban otro poco,
y en un periquete
me quitó la piel.
¡A ver que se hace ese "cuatro"
que hace ya un buen rato
no da de beber!
Dales que echen otro trago
y subasta el rabo
por lo que te den.
Beban de ese rico "tinto"
que alegra el instinto
y apaga la sed,
y además de ser barato
es recuerdo grato del Sábado Agés.
¡A ver que se hace ese "cuatro"...
Considero, Manuel, que sufres de nostalgia por no asistir a las fiestas de San Juan. Y te comprendo porque vengo observando que eres un buen soriano, patriota y participativo, y que sientes la llamada de la tierra en estas fechas. Aunque tu ya conoces de qué van la cosas, las sintetizo para quienes no las conozcan; me corriges por si he caído en algún error:
En lo que yo recuerdo las fiestas casi comienzan en Abril cuando se nombran los doce jurados que son como los alcaldes de barrio.
El primer domingo de Mayo se celebra el “Catapán y Cataqueso” para después acudir a Valonsadero al tanteo de los toros.
La semana siguiente a “La Compra” del toro por cada cuadrilla.
El miércoles al Pregón, para terminarlo con los gritos rituales de Viva Soria y Vivan las fiestas de San Juan, y comenzar los cinco días de fiesta.
El día siguiente, a “La Saca” para conducir los novillos a la plaza de toros.
El “Viernes de toros”, con la bota preñada, se acude a presenciar la lidia en la plaza.
El sábado “Agés” se reparte la carne del toro de lidia y asistimos a la subasta.
El Domingo de Calderas presenciaremos el vistoso desfile con las típicas ollas engalanadas.
Y llega el “Lunes de Bailas”, último día de San Juan. Las Cuadrillas realizan la última diana por el barrio. Comienza la procesión con los santos titulares de cada Cuadrilla. Para mitigar los aires paganos y poco religiosos de estas Fiestas, en los primeros años de posguerra, se decidió realizar esta solemne procesión que hace el mismo recorrido que las Calderas. Poco más que contar. Misa en la ermita de la Soledad, homenaje a la virgen de la Blanca y en cuanto se le realiza la genuflexión, comienza el cachondeo. Las Cuadrillas recorren el barrio con el santo dando tumbos al son de las Sanjuaneras. Una vez acabada la "procesión" por las calles de la Cuadrilla, estas, ya han cumplido con su cometido y se retiran a descansar hasta el Adiós, Adiós San Juan. Pero queda lo mejor, las bailas. Se acabaron los toros y sólo aparece en la merienda de muchos sanjuaneros. Por la tarde, la gente comienza a reunirse en la plaza Mariano Granados a la espera de la llegada de la Banda de Música. Van llegando las Peñas con sus charangas. A las 5 comienza la bajada a las Bailas, en la pradera de San Polo, junto al Duero. Cientos de sanjuaneros acompañan a Banda y Peñas hasta la plaza Mayor. Allí, se hace una pequeña parada y más y más sanjuaneros se van sumando a la bajada de las Bailas. Desde los balcones se lanza agua y la gente, por el calor y el vino, piden más y más. Se reanuda la marcha. Por las calles del Casco Viejo bajan las Peñas y los sanjuaneros recibiendo litros y litros de agua desde ventanas y balcones.
No quiero ser incisivo pero te comprendo, Manuel, aunque ya tendríamos que dosificarlo: yo no sé si todavía lo resistiría mi cuerpo.
Un saludo
En lo que yo recuerdo las fiestas casi comienzan en Abril cuando se nombran los doce jurados que son como los alcaldes de barrio.
El primer domingo de Mayo se celebra el “Catapán y Cataqueso” para después acudir a Valonsadero al tanteo de los toros.
La semana siguiente a “La Compra” del toro por cada cuadrilla.
El miércoles al Pregón, para terminarlo con los gritos rituales de Viva Soria y Vivan las fiestas de San Juan, y comenzar los cinco días de fiesta.
El día siguiente, a “La Saca” para conducir los novillos a la plaza de toros.
El “Viernes de toros”, con la bota preñada, se acude a presenciar la lidia en la plaza.
El sábado “Agés” se reparte la carne del toro de lidia y asistimos a la subasta.
El Domingo de Calderas presenciaremos el vistoso desfile con las típicas ollas engalanadas.
Y llega el “Lunes de Bailas”, último día de San Juan. Las Cuadrillas realizan la última diana por el barrio. Comienza la procesión con los santos titulares de cada Cuadrilla. Para mitigar los aires paganos y poco religiosos de estas Fiestas, en los primeros años de posguerra, se decidió realizar esta solemne procesión que hace el mismo recorrido que las Calderas. Poco más que contar. Misa en la ermita de la Soledad, homenaje a la virgen de la Blanca y en cuanto se le realiza la genuflexión, comienza el cachondeo. Las Cuadrillas recorren el barrio con el santo dando tumbos al son de las Sanjuaneras. Una vez acabada la "procesión" por las calles de la Cuadrilla, estas, ya han cumplido con su cometido y se retiran a descansar hasta el Adiós, Adiós San Juan. Pero queda lo mejor, las bailas. Se acabaron los toros y sólo aparece en la merienda de muchos sanjuaneros. Por la tarde, la gente comienza a reunirse en la plaza Mariano Granados a la espera de la llegada de la Banda de Música. Van llegando las Peñas con sus charangas. A las 5 comienza la bajada a las Bailas, en la pradera de San Polo, junto al Duero. Cientos de sanjuaneros acompañan a Banda y Peñas hasta la plaza Mayor. Allí, se hace una pequeña parada y más y más sanjuaneros se van sumando a la bajada de las Bailas. Desde los balcones se lanza agua y la gente, por el calor y el vino, piden más y más. Se reanuda la marcha. Por las calles del Casco Viejo bajan las Peñas y los sanjuaneros recibiendo litros y litros de agua desde ventanas y balcones.
No quiero ser incisivo pero te comprendo, Manuel, aunque ya tendríamos que dosificarlo: yo no sé si todavía lo resistiría mi cuerpo.
Un saludo