Creo que no harían falta cazadores para acabar con los conejos ni con las liebres. También creo que no se necesitarían golondrinas ni otras aves para acaban con los insectos. Tampoco harían falta plagas especiales para acabar con nuestra fauna. Tampoco para llenar nuestros cementerios. Para ello tenemos el coche. No hay nada más que fijarse en cada viaje que hacemos y tomar nota de todos los percances que hemos encontrado en nuestro camino.
Yo he visto en 1200 kilómetros, dos zorrillos muertos. Uno era el de la foto, el otro era algo menor. Tres conejos, una liebre, dos mochuelos, varias aves desconocidas y miles de moscas, mosquitos, abejorros, saltamontes, avispas etc. en la calandra y cristales del coche. Por suerte no me encontrado ningún ser humano en apuros.
Con el coche, tal como podemos ver, no se necesita otro enemigo mayor. Encima dicen que contamina lo suyo. Al final será nuestra ruina.
Un abrazo.
Yo he visto en 1200 kilómetros, dos zorrillos muertos. Uno era el de la foto, el otro era algo menor. Tres conejos, una liebre, dos mochuelos, varias aves desconocidas y miles de moscas, mosquitos, abejorros, saltamontes, avispas etc. en la calandra y cristales del coche. Por suerte no me encontrado ningún ser humano en apuros.
Con el coche, tal como podemos ver, no se necesita otro enemigo mayor. Encima dicen que contamina lo suyo. Al final será nuestra ruina.
Un abrazo.
Le dije a mi amigo y quinto, Manuel, (por cierto también pastor jubilado) que había encontrado un zorrillo atropellado y me contestó: "Baaaah, si desos hay muchooos y encima no tienen ni que comer. Además no dejan caza por ningun sitio". Y es que para las personas mayores de los pueblos, la zorra todavía trae recuerdos del pasado.
En la próxima ve os contaré algo sobre las zorras o raposas, en Deza. He tenido un fallo en Internet y he perdido dos horas.
Un abrazo.
En la próxima ve os contaré algo sobre las zorras o raposas, en Deza. He tenido un fallo en Internet y he perdido dos horas.
Un abrazo.