DEZA: SOBRE CULEBRAS (I)...

Vamos a seguir con historias de culebras. Quiero recoger varias leyendas y opiniones de todo el mundo, empezando por una que nos dice que en Silos (Burgos) recuerdan todavía a la infortunada Godina, quien sólo tras peregrinar allí logró expulsar a una gigantesca culebra, alojada en su estómago durante nueve meses tras quedarse un día dormida en el campo con la boca abierta. En Vizcaínos dicen que cuando va a llover las culebras se ponen a cantar. Y en Vivar aseguran que no existen, o que están como dormidas, pues el Cid Campeador las maldijo.

¿Conoces más historias sobre culebras? Cuéntanoslas, son todas fascinantes.

Un abrazo.

SOBRE CULEBRAS (I)
En la zona de donde yo soy, existe la leyenda, que mucha gente mayor me corrobora, de que las culebras robaban la leche materna de los pechos de las mujeres lactantes cuando dormían y a su vez introducían la cola en la boca del bebé a modo de chupete para que no llorara.
Yo creo pensar que más bien se las habrán encontrado enroscadas dentro de la cama en las casas aisladas en el campo, o en los cortijos, porque hayan ido en busca de calorcito.
También me cuentan ataques de culebra, pero ataques con mala leche, de ponerse erguida sin venir a cuento, o bien, de enroscarse en un hombre que estaba echando la siesta y de no avisarle su mujer, le aprieta hasta estrangularle (y aunque esto se parece un poco a un desierto, no es África).
Consecuencias de todo esto: cualquier cosa que se arrastre golpe de azada y se acabó. No hay manera de convencer de lo beneficiosas que son para los huertos y cultivos.