Vamos a seguir con historias de culebras. Quiero recoger varias leyendas y opiniones de todo el mundo, empezando por una que nos dice que en Silos (Burgos) recuerdan todavía a la infortunada Godina, quien sólo tras peregrinar allí logró expulsar a una gigantesca culebra, alojada en su estómago durante nueve meses tras quedarse un día dormida en el campo con la boca abierta. En Vizcaínos dicen que cuando va a llover las culebras se ponen a cantar. Y en Vivar aseguran que no existen, o que están como dormidas, pues el Cid Campeador las maldijo.
¿Conoces más historias sobre culebras? Cuéntanoslas, son todas fascinantes.
Un abrazo.
¿Conoces más historias sobre culebras? Cuéntanoslas, son todas fascinantes.
Un abrazo.
SOBRE CULEBRAS (II)
Conocí a un hombre, que no recuerdo de dónde era que juraba varias cosas, entre ellas lo de la culebra mamadora de leche (algo que es anatómicamente imposible, dado que los reptiles carecen de labios y no pueden succionar).
Y contaba más. Que en una ocasión, paseando por el monte, divisó más arriba a una culebra. Y que ésta, en cuanto le vió, se hizo un aro y se lanzó rodando ladera abajo contra él. Por suerte logró escapar, que si no, vete a saber qué le habría hecho la pérfida culebra.
También contaba que en su pueblo habían cazado una culebra muy grande, tanto que habían venido los científicos de no sé dónde y se la habían llevado para investigarla. Pero, ¿tan grande era?, le pregunté y dijo que, atravesando el animalito un cortafuegos, cuando la cola todavía no había aparecido por un lado, la cabeza ya se había metido por el otro. ¿Cuánto mide un cortafuegos de ancho?, pues más de eso contaba que medía la culebrilla de marras.
También he oído contar, que dicen haber visto cómo helicópteros del Icona lanzaban cajas llenas de culebras "para repoblar". Siempre se ha hablado mucho del lanzamiento aéreo de topillos, pero lo de las culebras era nuevo para mí.
Otro día escuché a la madre de un amigo cómo habían cazado una culebra en su cortijo, en la leñera, y la habían partido en trozos a golpes de azada. Lástima. Lo gordo es que la señora decía que luego la habían prendido fuego, porque la culebra es capaz de recomponerse a partir de los trozos. Una mujer que tiene estudios superiores, manda cojones.
En fin, con aquello del paraíso, la cagaron.
Conocí a un hombre, que no recuerdo de dónde era que juraba varias cosas, entre ellas lo de la culebra mamadora de leche (algo que es anatómicamente imposible, dado que los reptiles carecen de labios y no pueden succionar).
Y contaba más. Que en una ocasión, paseando por el monte, divisó más arriba a una culebra. Y que ésta, en cuanto le vió, se hizo un aro y se lanzó rodando ladera abajo contra él. Por suerte logró escapar, que si no, vete a saber qué le habría hecho la pérfida culebra.
También contaba que en su pueblo habían cazado una culebra muy grande, tanto que habían venido los científicos de no sé dónde y se la habían llevado para investigarla. Pero, ¿tan grande era?, le pregunté y dijo que, atravesando el animalito un cortafuegos, cuando la cola todavía no había aparecido por un lado, la cabeza ya se había metido por el otro. ¿Cuánto mide un cortafuegos de ancho?, pues más de eso contaba que medía la culebrilla de marras.
También he oído contar, que dicen haber visto cómo helicópteros del Icona lanzaban cajas llenas de culebras "para repoblar". Siempre se ha hablado mucho del lanzamiento aéreo de topillos, pero lo de las culebras era nuevo para mí.
Otro día escuché a la madre de un amigo cómo habían cazado una culebra en su cortijo, en la leñera, y la habían partido en trozos a golpes de azada. Lástima. Lo gordo es que la señora decía que luego la habían prendido fuego, porque la culebra es capaz de recomponerse a partir de los trozos. Una mujer que tiene estudios superiores, manda cojones.
En fin, con aquello del paraíso, la cagaron.