DEZA: El despoblado de Castril (III)...

El despoblado de Castril (III)
Las creencias que aseguran deberse a estos ofidios alguna desgracia ocurrida en el remoto pasado estuvieron muy difundidas por la Ribera del Duero soriana. Todavía hoy podemos encontrar dos versiones que difieren ligeramente. Según la primera, la culebra o serpiente reptaría por la noche y se introduciría en la cama donde una mujer estuviera amamantando a su hijo, metería la cola en la boca del niño con el fin de acallar el hambre del pequeño y para que no llorase ni despertase a sus padres, y se agarraría a la teta hasta saciarse. La segunda versión se diferencia de la primera en que la bicha enrollaría su viscoso cuerpo alrededor del tierno cuello infantil y lo asfixiaría, mientras que la pérfida bestezuela se tomaría tranquilamente la leche materna hasta quedar ahíta. En cualquiera de los casos el pueblo comenzaba a quedarse sin población infantil y, en vista de los dramáticos acontecimientos, las familias no tenían otra alternativa sino la de cerrar sus casas y emigrar a otra localidad.
Llama poderosamente la atención la existencia de tantas creencias populares y leyendas que vinculan las culebras con la extinción de un pueblo o asentamiento humano, cuando los casos reales más graves de picadura de este reptil que se conocen en la actualidad son sufridos por las ovejas en sus ubres.
Creemos que estos dos elementos (ubre y serpiente) configuraron este tipo de leyenda, equiparando la ubre a la mama humana y suponiendo que estos ofidios buscan la leche de las mujeres que están amamantando. Esta creencia, unida a la transposición seudo religiosa de la imagen de Eva siendo engañada por la serpiente para que cometiese el pecado original y, posteriormente, la proliferación de “purísimasconcepciones” sojuzgando a la bestia y aplastándola con el calcañar, suponemos que fueron el fundamento de leyenda tan extendida y que, por analogía, tomó las connotaciones propias de las plagas o maldiciones bíblicas.