DEZA: Mucho se ha escrito sobre las serpientes. La Biblia...

Seguimos con la opinión de otros muchos comunicantes, referidas a las serpientes. Ya veís que da para mucho.

Ayre opina de la siguiente manera:

Siempre hubo mala prensa para este singular ofidio gracias al impacto Judeo-Cristiano. Curiosamente no ocurre lo mismo en otras culturas. (?)
Deduzco que algunos trasladaron su imaginación y deseo al morbo del mito. No hay madre tan lela que no note tener una serpiente encima del tamaño que sea lactando en su teta (excepto que se haga la tonta y crea y estar "dando de merendar" a un tío con boina).

(Como en el caso del nicaragüense citado anteriormente, digo)

Un abrazo.

Desde México nos llega la siguiente petición. A ver si hay algún lector de nuestro foro que le pueda contestar.

Escribo desde una provincia en Mexico, en pequeñas poblaciones rulares cercanas me entere de este mito. Despues de hacer una pequeña pero fuerte investigacion parece haber un caso real, incluso llegue a tener en mis manos un animalito (serpiente o culebra) que es cuasante de esto en la region. Pero no le tome fotos se me fue la onda. Quisiera saber si hay alguna especie que tenga algo parecido a pequeños brazos y una cabeza un poco diferente a las otras especies. Si es algo raro quisa pueda conseguir otro ejemplar.
Agradeceria si me pudieran ayudar a despejar mi ignorancia. Gracias y Comenten por favor.

(El amigo mexicano lo que tuvo en sus manos fue un lagarto, llamado lisa)

Bonito e interesante el mensaje de Alejandro.

Alejandro
Hola yo vivo en la provincia de Salta capital y he escuchado el mito de que las vivoras maman de las vacas, algo que me parecia dificil de creer a pesar de que mis abuelos me contaron que ellos lo vieron con sus propios ojos, hasta que un dia en la finca de un compañero de facultad (finca que se encuentra en la localidad de Guachipas de la misma provincia) lo pude ver y es cierto... la yarara vieja... o vivoron que asi le dicen aca cuando ya es vieja... mamaba de la ubre de la vaca y es mas la vaca una vez que es mamada por primera vez ella sola despues sale a buscar al vivoron para que le mame y esa vaca ya no sirve mas ya no produce crias no amamanta al ternero ni nada... y siempre es la vivora "vieja" la que busca a la vaca, y es verdad tambien que por ser "vieja" tiene pelos en su cabeza y un olor insoportable que a pesar de ser matada el olor sigue por unos cuantos dias. Mi tia es bioquimica de una importante empresa de lacteos en la ciudad y ella tampoco creia hasta que lo vio en los tambos de la finca de dicha empresa por que las vacas que son mamadas por los vivorones ya no les sirven.

Muy interesante lo de los vivorones...

Un abrazo.

Cesar:

En el campo de mi abuela habia una culebra que todas las noches le chupaba la leche a la vaca.
Hasta que un día al atravesar las vías que estaban cerca, justo pasaba el tren y la corto en dos pedazos, quedando un charco de leche saliendo de los dos pedazos de la víbora.

Las culebras se convierten en víboras al pillarlas el tre. Es un poco raro.

Un abrazo.

Mucho se ha escrito sobre las serpientes. La Biblia está llena de alusiones y ya en el paraíso fue la tentación. El Antiguo y el Nuevo Testamento la mencionan en muchas ocasiones. Yahvé dice a Moisés: - Hazte una serpiente de bronce, cuélgala en un asta, y levántala a la vista de todo el pueblo. Todo el que la mire, después que le haya mordido una serpiente, no morirá.
Ante el faraón, su báculo se convierte en serpiente y a la Virgen se le representa pisándole la cabeza que simboliza al demonio.
Cuando era niño abundaban en el pueblo. Recuerdo en una ocasión en que mi padre pasó la noche regando en la Vega Bajera; cuando fui con mi madre a llevarle el almuerzo, al buscar el botijo en un ojo de las alforjas, nos llevamos un susto tremendo al ver que se hallaba una enroscada, seguramente buscando el fresco.
Muchas de las antiguas civilizaciones, adoraban a la serpiente, pero voy a parar en una antigua y sencilla leyenda de los mapuches. Estos indígenas habitan entre Chile y Argentina y también se les conoce como araucanos y como huiliches.
Hace mucho tiempo en aquellas tierras vivían muchos animales, entre ellos dos serpientes enormes: Kai-Kai, la serpiente mala y Trehn-Trehn, la buena.
Ka-Kai dormía en una enorme caverna en el fondo del mar y Trehn-Trehn en las más altas montañas. Los hombres temían los enfados de Kai-Kai la cual, moviendo la cola producía grande olas, maremotos e inundaciones, y a la orilla del mar le ofrecían frutas, maíz y animales. Pero la insaciable serpiente siempre quería más comida. Sus bruscos movimientos hacían que la tierra se estremeciera y los hombres debían abandonar sus rucas- viviendas-.
Kai-Kai estaba enfadada porque quería comerse un venado y los hombres hubieron de correr despavoridos para escapar de su furia. Un día en que Kai-Kai estaba muy enojada porque quería comer carne de venado, todos salieron despavoridos por las llanuras para escapar de la furia de la serpiente mala.
Por fin llegaron a la caverna de la serpiente buena, que estaba totalmente dormida. Gritaron y suplicaron, pero Trehn-Trehn no despertaba. Durante su almuerzo se había comido una docena de llamas y roncaba profundamente.
Mientras tanto Kai- Kai se acercaba cada vez más y los hombres intentaban por todos los medios despertar a Tren-Tren.
Una niña, llamada Rayén, comenzó a caminar por el lomo de Trehn- Trehn y como las serpientes no tienen párpados y duermen con los ojos abiertos, ella se quedó quieta mirando su figura reflejada en esos inmensos ojos. Comenzó a bailar, a hacer piruetas y a reír a carcajadas. Esto agradó a Trehn- Trehn quien comenzaba a despertar y a reir junto con Rayén. Tan alegres estaban y tan fuerte resonaba la risa de la serpiente buena que Kai- Kai enrabiado y sin poder contener las carcajadas de Trehn- Trehn, cayó del cerro. Su furia era tremenda.
Las dos serpientes lucharon con fuerza. Kai - Kai haciendo subir el nivel de las aguas y Tren-Tren elevando más las montañas.
Finalmente Kai- Kai y sus servidores cayeron al abismo. Desde entonces ambas serpientes duermen: la buena en la montaña y la mala en el fondo del mar.
Y los hombres y animales que se salvaron se juntaron y ayudaron unos a otros, fueron amistosos y solidarios y no se hicieron daño ni pelearon entre sí. Tuvieron que buscar un lugar seguro donde vivir y alimentarse y nadie ha vuelto a ver a las serpientes por las tierras mapuches.
Un saludo.