Una golondrina posada en unos alambres, cosa muy habitual.
Aunque son dos especies que suelen confundirse cuando vuelan, las diferencias entre ellas son patentes. El babero y la frente de la golondrina común muestra un color castaño intenso que la diferencia del avión común, cuyo babero es completamente blanco y la frente negra. Además, si nos fijamos en vuelo, podremos observar cómo la cola del segundo es mucho más corta que en la golondrina. Así veremos que las aves que construyen sus nidos con bolitas de barro en los rincones de las cornisas en los edificios de nuestras calles son aviones comunes. Las golondrinas prefieren anidar en las casas deshabitadas y graneros, sobre las viejas vigas de madera de su interior. En muchos casos se soportan las molestias que producen y hasta uno se siente orgulloso de que hayan escogido tu cochera, librándonos de una miles y miles de molestos insectos que de otra manera se multiplicarían sin fin y nos harían la vida imposible.
Un abrazo.
Aunque son dos especies que suelen confundirse cuando vuelan, las diferencias entre ellas son patentes. El babero y la frente de la golondrina común muestra un color castaño intenso que la diferencia del avión común, cuyo babero es completamente blanco y la frente negra. Además, si nos fijamos en vuelo, podremos observar cómo la cola del segundo es mucho más corta que en la golondrina. Así veremos que las aves que construyen sus nidos con bolitas de barro en los rincones de las cornisas en los edificios de nuestras calles son aviones comunes. Las golondrinas prefieren anidar en las casas deshabitadas y graneros, sobre las viejas vigas de madera de su interior. En muchos casos se soportan las molestias que producen y hasta uno se siente orgulloso de que hayan escogido tu cochera, librándonos de una miles y miles de molestos insectos que de otra manera se multiplicarían sin fin y nos harían la vida imposible.
Un abrazo.