Voy a empezar el día, aunque sean más de las cinco de la tarde, con tres refranes referidos al alacrán y dicen así:
Si te pica el alacrán, corre, corre sacristán.
Si te pica un alacrán, encuentra una cama y vete a acostar.
Si te pica un alacrán, nunca comerás más pan.
La picadura de este bichito es muy dolorosa; pero no suele ser mortal. En Deza solamente he encontrado dos alacranes en toda mi vida. El primero lo vi en las Cortes, cerca del monte debajo de una piedra y era negro. ¡Uy que miedo...! Aquel pereció aplastado o sea que no crió más. El otro lo encontré en el corral del Grillo en Peribáñez y ese era de color claro y lo dejé tal como estaba, aunque la persona que me acompañaba quería machacarlo. Yo le dije que el estaba en su casa y que los que estorbábamos allí, éramos nosotros. No lo comprendió; pero se quedo debajo de un pequeño canto.
La diferencia de edad entre ambos sucesos era de unos sesenta años. Se nota el cambio de mentalidad del primero al segundo.
Un abrazo.
Si te pica el alacrán, corre, corre sacristán.
Si te pica un alacrán, encuentra una cama y vete a acostar.
Si te pica un alacrán, nunca comerás más pan.
La picadura de este bichito es muy dolorosa; pero no suele ser mortal. En Deza solamente he encontrado dos alacranes en toda mi vida. El primero lo vi en las Cortes, cerca del monte debajo de una piedra y era negro. ¡Uy que miedo...! Aquel pereció aplastado o sea que no crió más. El otro lo encontré en el corral del Grillo en Peribáñez y ese era de color claro y lo dejé tal como estaba, aunque la persona que me acompañaba quería machacarlo. Yo le dije que el estaba en su casa y que los que estorbábamos allí, éramos nosotros. No lo comprendió; pero se quedo debajo de un pequeño canto.
La diferencia de edad entre ambos sucesos era de unos sesenta años. Se nota el cambio de mentalidad del primero al segundo.
Un abrazo.