Gracias J. Luis. Yo también veo a tu madre como si la tuviese delante pues la conocí desde el primer día que llegó al pueblo. Ella también era una persona muy apreciada en mi casa y más de cuatro veces se calentó en nuestro hogar de leña, en aquellas noches interminables de invierno, en donde se escuchaban los relatos de nuestra humilde existencia y las historietas aprendidas de los mayores. Las dos estarán en un lugar muy especial, junto con otras muchas mujeres ejemplares, no lo dudemos.
Un abrazo del abuelo.
Un abrazo del abuelo.