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El arzobispo Jimenez de Rada estuvo muy relacionado con el Monasterio de Huerta y parece ser que también lo estuvo con el abab y obispo San Martín; pero hay un silencio absoluto documental que lleva a pensar y negar que Martín fuese tío del arzobispo.
Pero retomemos el hilo de Martín. Nuestro Martín en plena juventud, seguro que recorrería el camino de las Hoyas, pasando por Almanzorre, desde Deza, para llegar al cenobio de Cántavos que andando lo separan de nuestro pueblo solamente dos horas y que hacía apenas diez años que albergaba una comunidad de monjes, venidos del monasterio francés de Berdones, de la línea de Morimond. Lo recibió el abad Blas, sucesor del fundador de Cántavos, fray Rudolfo. En aquellos momentos de su entrada, Cántavos estaba ya en declive y rodeado de una crisis comunitaria ya que a los pocos años, los monjes se transladan a otro lugar más fertil y menos hostil para la vida, como es Huerta. La dote que llevaba el joven postulante era la aldea de Boñices, patrimonio de sus padres que el abad Blas se apresuró a vender al arcediano de Tarazona y que Martín a su vez al acceder al abadiato, procuró recuperar y recuperó de nuevo, a los pocos años. Un abrazo
Pero retomemos el hilo de Martín. Nuestro Martín en plena juventud, seguro que recorrería el camino de las Hoyas, pasando por Almanzorre, desde Deza, para llegar al cenobio de Cántavos que andando lo separan de nuestro pueblo solamente dos horas y que hacía apenas diez años que albergaba una comunidad de monjes, venidos del monasterio francés de Berdones, de la línea de Morimond. Lo recibió el abad Blas, sucesor del fundador de Cántavos, fray Rudolfo. En aquellos momentos de su entrada, Cántavos estaba ya en declive y rodeado de una crisis comunitaria ya que a los pocos años, los monjes se transladan a otro lugar más fertil y menos hostil para la vida, como es Huerta. La dote que llevaba el joven postulante era la aldea de Boñices, patrimonio de sus padres que el abad Blas se apresuró a vender al arcediano de Tarazona y que Martín a su vez al acceder al abadiato, procuró recuperar y recuperó de nuevo, a los pocos años. Un abrazo