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SOBRE SENSIBILIDADES HERIDAS (PRESUNTAMENTE)
Recuerdo algún artículo de Arturo Pérez-Reverte en el que comentaba que bastaba con que criticases el mal servicio de algún camarero -pongamos por caso- para que te lloviesen infinidad de cartas de camareros ofendidísimos; o la misma reacción del gremio del taxi, si se osaba denunciar el abuso de algún taxista. Por lo que uno viene observando, estas reacciones se extienden a cualquier ámbito, cuando no constituyen una tendencia a descalificar o etiquetar al que emite cualquier mensaje susceptible de molestar a alguien. Supongamos que en una parcela más modesta como un foro de éstos, a alguien se le ocurre criticar una estupidez, un abuso, o cualquier actividad humana susceptible de ser criticada. Es más que probable que la callada sea la respuesta -aunque a más de uno le gustaría dar la respuesta con la cayada- pero en el fuero interno de muchos se dé por prejuzgar o etiquetar al que emitió el mensaje. Pongamos por caso que un forero, uno mismo, critica a una ministra porque de vez en cuando abre la boca para decir sandeces; automáticamente más de uno y de dos y de tres pensarán que el mensajero criticón es un "pepero" camuflado. O supongamos que la crítica se vierte contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Doña Espe; automáticamente más de uno y de dos y de tres supondrán que el que emitió la crítica es un "progre" o "socialisto" -socialista si es mujer, según las miembras- (más de una y de dos y de tres pensarán que quien suscribe es un machista redomado, por esto mismo que acabo de escribir ¿a que acierto?). Aunque eso sí, si criticas el machismo, entre otras cosas, de los musulmanes, para los mismos y las mismas eres un islamófobo de tres pares de narices, además de un xenófobo y un facha. Pleno al quince. Y no digamos si alguien critica a los curas u obispos pederastas: "ya tenemos un anticlerical entre nosotros", pensará más de uno y de dos y de tres. Ahora bien, si se hacen comentarios laudatorios de la parte de las luces de la Iglesia -un Francisco de Asís, una Teresa de Calcuta, las monjitas de los pobres y ancianos, el ejemplo de los buenos cristianos…- se encenderá el piloto automático de más de uno y de dos y de tres con un cartelito donde pone en colorines: "clerical o beato habemus". A uno que le gusta darle a la tecla en este foro más que a un tonto un lápiz, más de una y de dos y de tres veces se ha tenido que morder no la lengua sino los dedos para no herir susceptibilidades. Aunque puede que en el futuro -con permiso de el abuelo, pefeval, dezano... o sea, los de casa, forastero que es uno- deje de mordérmelos para ver si alguien se anima y entra un poquito al trapo que estamos dejando el foro que parece un club privado. Y aquí no se exige derecho de admisión, que conste.
Nota.- La herramienta que se adjunta no va con segundas, que conste.
Recuerdo algún artículo de Arturo Pérez-Reverte en el que comentaba que bastaba con que criticases el mal servicio de algún camarero -pongamos por caso- para que te lloviesen infinidad de cartas de camareros ofendidísimos; o la misma reacción del gremio del taxi, si se osaba denunciar el abuso de algún taxista. Por lo que uno viene observando, estas reacciones se extienden a cualquier ámbito, cuando no constituyen una tendencia a descalificar o etiquetar al que emite cualquier mensaje susceptible de molestar a alguien. Supongamos que en una parcela más modesta como un foro de éstos, a alguien se le ocurre criticar una estupidez, un abuso, o cualquier actividad humana susceptible de ser criticada. Es más que probable que la callada sea la respuesta -aunque a más de uno le gustaría dar la respuesta con la cayada- pero en el fuero interno de muchos se dé por prejuzgar o etiquetar al que emitió el mensaje. Pongamos por caso que un forero, uno mismo, critica a una ministra porque de vez en cuando abre la boca para decir sandeces; automáticamente más de uno y de dos y de tres pensarán que el mensajero criticón es un "pepero" camuflado. O supongamos que la crítica se vierte contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Doña Espe; automáticamente más de uno y de dos y de tres supondrán que el que emitió la crítica es un "progre" o "socialisto" -socialista si es mujer, según las miembras- (más de una y de dos y de tres pensarán que quien suscribe es un machista redomado, por esto mismo que acabo de escribir ¿a que acierto?). Aunque eso sí, si criticas el machismo, entre otras cosas, de los musulmanes, para los mismos y las mismas eres un islamófobo de tres pares de narices, además de un xenófobo y un facha. Pleno al quince. Y no digamos si alguien critica a los curas u obispos pederastas: "ya tenemos un anticlerical entre nosotros", pensará más de uno y de dos y de tres. Ahora bien, si se hacen comentarios laudatorios de la parte de las luces de la Iglesia -un Francisco de Asís, una Teresa de Calcuta, las monjitas de los pobres y ancianos, el ejemplo de los buenos cristianos…- se encenderá el piloto automático de más de uno y de dos y de tres con un cartelito donde pone en colorines: "clerical o beato habemus". A uno que le gusta darle a la tecla en este foro más que a un tonto un lápiz, más de una y de dos y de tres veces se ha tenido que morder no la lengua sino los dedos para no herir susceptibilidades. Aunque puede que en el futuro -con permiso de el abuelo, pefeval, dezano... o sea, los de casa, forastero que es uno- deje de mordérmelos para ver si alguien se anima y entra un poquito al trapo que estamos dejando el foro que parece un club privado. Y aquí no se exige derecho de admisión, que conste.
Nota.- La herramienta que se adjunta no va con segundas, que conste.
... DE LO QUE SE DEDUCE, QUE HAGAS LO QUE HAGAS, SIEMPPRE PUEDES SER CRITICADO.
La siguiente historia creo que es bastante conocida.
Iban un padre y un hijo con un burro y tuvieron que atravesar varios pueblos.
Por el primero iba el padre sentado y el hijo tirando del asno. Y la gente decía: "Qué poca vergüenza del hombre, tan ricamente sentado y el chaval andando, habrase visto."
- ¿Has oido, padre?
-Si, hijo, y te propongo que seas tu el que montes y yo vaya andando.
Y así atravesaron por el segundo pueblo mientras oían a la gente que decía: "Qué joven tan desconsiderado con el pobre padre, hartico de trabajar toda la vida y el hijo tan cómodo en el burro."
- ¿Has oído, hijo?
-Sí, padre, lo mejor es que nos montemos los dos para que no critiquen.
Y así cruzaron por el tercer pueblo oyendo los comentarios de los lugareños: "Qué burros, más que el animal, pobrecico lo van a reventar los tíos comodones."
Oyendo esto decidieron apearse los dos y de esta guisa pasaron por el cuarto pueblo mientras la gente se mofaba de ellos: " ¡Vaya par de tontos! ¿Para qué querrán el burro si van los dos andando?
Lo dicho: Cuando el personal quiere criticar da igual lo hagas como lo hagas.
La siguiente historia creo que es bastante conocida.
Iban un padre y un hijo con un burro y tuvieron que atravesar varios pueblos.
Por el primero iba el padre sentado y el hijo tirando del asno. Y la gente decía: "Qué poca vergüenza del hombre, tan ricamente sentado y el chaval andando, habrase visto."
- ¿Has oido, padre?
-Si, hijo, y te propongo que seas tu el que montes y yo vaya andando.
Y así atravesaron por el segundo pueblo mientras oían a la gente que decía: "Qué joven tan desconsiderado con el pobre padre, hartico de trabajar toda la vida y el hijo tan cómodo en el burro."
- ¿Has oído, hijo?
-Sí, padre, lo mejor es que nos montemos los dos para que no critiquen.
Y así cruzaron por el tercer pueblo oyendo los comentarios de los lugareños: "Qué burros, más que el animal, pobrecico lo van a reventar los tíos comodones."
Oyendo esto decidieron apearse los dos y de esta guisa pasaron por el cuarto pueblo mientras la gente se mofaba de ellos: " ¡Vaya par de tontos! ¿Para qué querrán el burro si van los dos andando?
Lo dicho: Cuando el personal quiere criticar da igual lo hagas como lo hagas.