No sólo de pan vive el hombre
El origen de esta expresión proviene de las santas escrituras, es decir, del libro más traducido del mundo: La Biblia. La escena completa en la que aparece esta frase fue así: En pleno desierto, el diablo tentó a Jesús haciéndole una mala propuesta: “Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”. Y Jesús le respondió: “Está escrito: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’” (Mt. 4,3-4)..
Desde entonces, quedó plasmado que hay hambres que no satisface el pan. Podemos ser muy ricos (tener mucho dinero, mucho “pan”) pero si no tenemos salud, afecto y gente que nos quiera a nuestro alrededor, probablemente no seremos felices. Porque las personas necesitamos varias cosas diferentes para poder ser felices y no podemos serlo sólo con una de ellas. De la misma manera, podemos estar muy felices en nuestro trabajo, que nos traten muy bien, que tengamos la confianza de nuestros jefes (en este caso todo eso sería el pan) pero si no nos pagan un sueldo que nos permita sobrevivir, no tendremos la felicidad completa y probablemente cambiemos de trabajo.
El origen de esta expresión proviene de las santas escrituras, es decir, del libro más traducido del mundo: La Biblia. La escena completa en la que aparece esta frase fue así: En pleno desierto, el diablo tentó a Jesús haciéndole una mala propuesta: “Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”. Y Jesús le respondió: “Está escrito: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’” (Mt. 4,3-4)..
Desde entonces, quedó plasmado que hay hambres que no satisface el pan. Podemos ser muy ricos (tener mucho dinero, mucho “pan”) pero si no tenemos salud, afecto y gente que nos quiera a nuestro alrededor, probablemente no seremos felices. Porque las personas necesitamos varias cosas diferentes para poder ser felices y no podemos serlo sólo con una de ellas. De la misma manera, podemos estar muy felices en nuestro trabajo, que nos traten muy bien, que tengamos la confianza de nuestros jefes (en este caso todo eso sería el pan) pero si no nos pagan un sueldo que nos permita sobrevivir, no tendremos la felicidad completa y probablemente cambiemos de trabajo.