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Los huevos, ingrediente indispensable de muchas expresiones españolas

He aquí un homenaje a los huevos, esa palabra sobre la que tantas y tan variadas expresiones se han creado en la lengua castellana.
Si se dice “vale (o cuesta) un huevo” significa que es algo que vale mucho o que cuesta mucho esfuerzo. También podemos usar la expresión “y un huevo!” que significa que ni hablar, que no, que no y que no.
Si decimos “tiene un par de huevos” significa que muestra gran valentía en sus acciones.
Junto al número 3, como en la frase “me importa 3 huevos (o también, me importa 3 cojones)” significa que no me importa nada, que paso totalmente del tema.
Y si ascendemos el número a mil pares obtendremos “le costó mil pares de huevos”, lo cual denota una gran dificultad para conseguir algo.
Además de con los números, dependiendo el verbo que acompañe a los huevos, su significado varía enormemente. Así, no es lo mismo “tener huevos” (lo que indica gran valentía) que “tiene huevos la cosa” lo que denota sorpresa y admiración, además de importancia.
Si probamos ahora con el verbo “poner” nos inclinamos más hacia un reto: “poner los huevos sobre la mesa” es como retar a alguien a hacer algo.
Otra variedad que cambia mucho el significado es el tiempo verbal utilizado. Así, el tiempo presente “me toca los huevos” indica molestia o fastidio. El reflexivo, “tocarse los huevos” indica pereza o vaguería, y el imperativo “tócate los huevos” es una exclamación de sorpresa.
Si pasamos ahora a un sinónimo suyo, cojones, también encontraremos una gran variedad de usos y significados. Los prefijos o sufijos cambian su sentido: si utilizamos el prefijo a- como en ”acojonado”, expresa miedo. Si usamos el prefijo des-, como en “descojonarse”, significa reírse mucho mucho. Con el sufijo -udo, como en “cojonudo”, indica algo muy bueno que roza la perfección.
Las preposiciones también nos ayudan a matizar la expresión. De significa éxito como en “me salió de cojones”, aunque en otros casos también puede denotar cantidad, como en ”hacía un frío de cojones”, es decir, que hacía mucho frío. Por expresa voluntariedad como en “lo haré por cojones” y hasta expresa el límite de aguante (estoy hasta los cojones).