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DEZA: A los que tan a la ligera se oponen a la celebración...

A los que tan a la ligera se oponen a la celebración del "Toro Jubilo" (no lleva tilde porque no es esdrújula) -toro jubillo en Aragón-, les recomiendo vivamente que lean el extraordinario libro de Antonio Ruiz Vega "La Soria Mágica, Fiestas y Tradiciones Populares". No quiero extrapolar su contenido y no sé si voy a ser afortunado a la hora de seleccionar alguno de sus párrafos, pero me arriesgaré: "A estas alturas del siglo y del milenio ya se sabe perfectamente que el Ecologismo Profundo, el defensor de unos supuestos Derechos de los Animales hunde sus raíces en el Nacionalsocialismo y en sus perfectísimas leyes ecológicas (Tierschutzgesetz) de los años treinta, no superadas por ningún estado actual. Leyes cuidadosísimas con los animales y vegetales, pero que ignoraban perfectamente a los hombres. (...) Este Ecologismo Profundo, que tanto se preocupa de los animales, las plantas y hasta las rocas, hunde sus raíces en los momentos de mayor fanatismo de la Iglesia Católica, cuando se hacía defensora -ella también- de los Derechos Divinos de los animales ("creados por Dios", al fin) e impedía con costosísimos procesos que una ciudad o comuna eliminara las ratas o los comejenes. (...) ¿Habrá que repetir las argumentaciones de los años sesenta frente a las menopáusicas inglesitas? Que el animal no sufre, que las bolas de fuego van sobre guías aparte de los cuernos, que el cuerpo del toro se cubre amorosamente con barro para que no le alcance algún lamparón de pez, que el toro no muere entonces, sino que es consumido una semana después en pública caldereta. (...) En el adocenamiento actual, en el cosmopolitismo forzado, en la pérdida de la identidad dramática y abosoluta, el final del Toro Jubilo no sería sino un clavo -quizá uno de los últimos- en el camino hacia el Progreso, la Racionalidad Cartesiana y lo Políticamente Correcto. Puede ser un test que sirva para comprobar si por aquí, en la Altimeseta, que llevamos ya bastantes años tragando carros y carretas, vamos a tolerar una vez más que vengasn de fuera a ordenarnos la vida, a decirnos lo que tenemos que hacer, a tratarnos de paletos e incultos. (...) Que no nos toquen el Toro Jubilo... ni otras cosas." Pues sí, se puede decir más alto... Curiosamente, también en la dictadura anterior a ésta de lo Políticamente Correcto, o sea, en la franquista, se quiso prohibir el Toro Jubilo. Qué cosas. Casualidades de la vida.