NUESTROS PUEBLOS
Tengo un amigo profesor que, a mediados de los setenta, encargó a sus alumnos de 5º de E. G. B. (como se conocía entonces) de un colegio de Madrid, al regreso de una excursión a Soria capital, que le comentasen en una redacción lo que más les había llamado la atención de la ciudad soriana.
Después de la lectura de los trabajos comprobó que destacaban dos: lo tranquila que caminaba la gente y que había muchos viejos.
Observando esta foto reciente de Deza, puede comprobarse que la niña de la foto constituye la mínima savia nueva, rodeada de personas mayores. esta es la realidad de los pueblos de la tierra. Y lo mismo que hablamos de Deza podríamos hacerlo de la mayoría.
Tengo un amigo profesor que, a mediados de los setenta, encargó a sus alumnos de 5º de E. G. B. (como se conocía entonces) de un colegio de Madrid, al regreso de una excursión a Soria capital, que le comentasen en una redacción lo que más les había llamado la atención de la ciudad soriana.
Después de la lectura de los trabajos comprobó que destacaban dos: lo tranquila que caminaba la gente y que había muchos viejos.
Observando esta foto reciente de Deza, puede comprobarse que la niña de la foto constituye la mínima savia nueva, rodeada de personas mayores. esta es la realidad de los pueblos de la tierra. Y lo mismo que hablamos de Deza podríamos hacerlo de la mayoría.