Antes de seguir quiero decir que no es mi intención cansar al personal que nos visita, pero dado que "Fernandito", como dice Félix, ejerce de soriano, consiguió que lo hicieran hijo adoptivo de la ciudad -otros no lo necesitamos- y tiene casa en Castilfrío, pues dejemos que "hable" él con nosotros. Desde mi particular punto de vista, considero que el problema de este hombre es que no es creíble, porque abusa de las fantasmadas. Sin embargo, luego dice cosas muchas de las cuales más de uno compartiríamos. Voy a colocar en el siguiente mensaje unas cincuenta, si no me he equivocado al contarlas, y es más que probable que más de uno y más de dos y más de tres foreros sean más las que compartan que las que rechacen, aunque a su autor lo consideren un fantasma. Ahí van, después de la publicidad.
SORIA, NI TE LA IMAGINAS.
SORIA, NI TE LA IMAGINAS.
ESTO ES LO QUE DICE ¿TAMBIÉN LO PIENSA? ESTE HIJO ADOPTIVO DE SORIA, EL SEÑOR DRAGÓ
Estoy vuecencia, hasta el gorro de su Gobierno y de cuanto su Gobierno hace y representa,
de los Estatutos -todos- y de las trifulcas cainitas,
de las disputas mediáticas,
de la Memoria Histórica,
la República,
el Alzamiento y la guerra,
de los "flatus vocis" (tolerancia, solidaridad, multiculturalismo, diálogo, talante, negociación, Alianza de Civilizaciones),
de los pedigüeños y los quejicas,
de los que sólo saben protestar y poner el cazo,
de quienes se fotografían en pelotas o se rapan el pelo al cero para mamonear,
de los nacionalistas,
de los turistas,
de las feministas y feministos que quieren obligarme a decir "albañila" y a rezar el "madre nuestra",
del desarrollismo de los parques temáticos,
los minicines y los centros comerciales,
de Marina D'Or "vacaciones todo el año",
de Marbella,
de "El Pocero",
de los banqueros,
del Ibex,
de Endesa,
de las "opas",
de las obras de Gallardón,
del crecimiento económico,
de las gubernamentalísimas organizaciones no gubernamentales,
(continuará)
Estoy vuecencia, hasta el gorro de su Gobierno y de cuanto su Gobierno hace y representa,
de los Estatutos -todos- y de las trifulcas cainitas,
de las disputas mediáticas,
de la Memoria Histórica,
la República,
el Alzamiento y la guerra,
de los "flatus vocis" (tolerancia, solidaridad, multiculturalismo, diálogo, talante, negociación, Alianza de Civilizaciones),
de los pedigüeños y los quejicas,
de los que sólo saben protestar y poner el cazo,
de quienes se fotografían en pelotas o se rapan el pelo al cero para mamonear,
de los nacionalistas,
de los turistas,
de las feministas y feministos que quieren obligarme a decir "albañila" y a rezar el "madre nuestra",
del desarrollismo de los parques temáticos,
los minicines y los centros comerciales,
de Marina D'Or "vacaciones todo el año",
de Marbella,
de "El Pocero",
de los banqueros,
del Ibex,
de Endesa,
de las "opas",
de las obras de Gallardón,
del crecimiento económico,
de las gubernamentalísimas organizaciones no gubernamentales,
(continuará)
(continuación, o de lo que está hasta el gorro...)
de los emigrantes (que Alá me proteja por decirlo),
de los manifestantes,
de la televisión,
de la "Operación Triunfo",
de la Fórmula 1 y de la mística del fútbol,
el tenis y el baloncesto,
de los guiris de pantalón corto y en chancletas,
de las púberes cenéforas que van por el mundo enseñando los michelines del ombligo con el borde superior del pantalón a la altura de la rabadilla,
de las pasarelas,
de las "top models" y su ridícula forma de caminar,
de las alegres comadres que hibernan, bailan el rock y se alimentan con mortadela en los hoteles cutres de Aguadulce, Oropesa y Benidorm,
del "Código Da Vinci",
el Temple,
el Santo Grial y María Magdalena,
de los tertulianos radiofónicos (yo lo soy),
de las encuestas,
de las campañas de fomento de la lectura,
de la moralina de los anuncios institucionales,
de los matrimonios civiles adobados con tul ilusión,
de los estúpidos controles de los aeropuertos,
de la tortilla de patata servida en copa,
de las gilipolleces de Ferrán Adriá y los cocineros creativos,
de los millones de cursis,
de los millones de horteras,
de los millones de consumistas papanatas,
de la plebe en general y de casi todo lo que por ser español y habitante del siglo XXI me ha caído en perra suerte."
Dragó, dixit. Punto final.
de los emigrantes (que Alá me proteja por decirlo),
de los manifestantes,
de la televisión,
de la "Operación Triunfo",
de la Fórmula 1 y de la mística del fútbol,
el tenis y el baloncesto,
de los guiris de pantalón corto y en chancletas,
de las púberes cenéforas que van por el mundo enseñando los michelines del ombligo con el borde superior del pantalón a la altura de la rabadilla,
de las pasarelas,
de las "top models" y su ridícula forma de caminar,
de las alegres comadres que hibernan, bailan el rock y se alimentan con mortadela en los hoteles cutres de Aguadulce, Oropesa y Benidorm,
del "Código Da Vinci",
el Temple,
el Santo Grial y María Magdalena,
de los tertulianos radiofónicos (yo lo soy),
de las encuestas,
de las campañas de fomento de la lectura,
de la moralina de los anuncios institucionales,
de los matrimonios civiles adobados con tul ilusión,
de los estúpidos controles de los aeropuertos,
de la tortilla de patata servida en copa,
de las gilipolleces de Ferrán Adriá y los cocineros creativos,
de los millones de cursis,
de los millones de horteras,
de los millones de consumistas papanatas,
de la plebe en general y de casi todo lo que por ser español y habitante del siglo XXI me ha caído en perra suerte."
Dragó, dixit. Punto final.