DEZA: Sí Manuel, quiero confirmar lo que dice el Abuelo....

A VUELTAS CON NUESTRO VOCABULARIO SORIANO

PISO, pagar el.-Pequeño impuesto simbólico, consistente generalmente en un convite, que ha de pagar el forastero "por llevarse" a una moza del pueblo. Es nominado de muchas formas: pisacalles, bota, manta, doble...
(Del Diccionario de Habla soriana, de Isabel Goig.)

Si los no nacidos en Deza nos hubiésemos echado novia allí hace décadas, ¿hubiésemos tenido que pagar el piso, o manta, o bota...?
Supongo que sí, y gustosos. Ahora bien, ¿habrá que pagar "el piso" por participar en el foro? Hombre, yo lo haría gustoso el año que viene, pero dejando claro que no creo que nos hayamos llevado nada de él.
¿O habrá alguien que cante eso de "que se vayan, se vayan, se vayan...?
Pregunto.

Buenos días Manuel: Hoy toca ir a la capital y mientras la señora prepara las cosas, voy a echar un rato. Ya sé que ha empezado la faena en vuestra profesión pues la Tere es ya el segundo día que va. Os deseo un curso normalito y sin contratiempos y muy ilusiondos con vuestra labor. Y que mantengáis firme esa vocación tan hermosa que lleváis dentro. Yo os admiro.
Contestando a tu pregunta, te diré que en Deza esa costumbre de pagar la manta no ha existido nunca. Y a mí muchas veces me ha extrañado que no la hubiera ya que en Deza han sido muy suyos y si alguna vez el forastero se ha querido hacer el gallito, ha salido malparado o ha tenido que poner pies en Polvorosa, que se dice. Y en cambio los matrimonios con los de fuera y con las forasteras han sido muy frecuentes. Y la gente foránea siempre ha sido muy bien acogida. Te lo puede asegurar, José- Luis Saez. Lo que no admitían es que hubiese "gallitos", en su corral. Bueno, eso era lo que pasaba antes, aquí y en todas partes. Ahora todo es muy diferente. No hay nadie que piense como antaño a pesar de quer se haya puesto la voz en grito, por algún mensaje anterior. Tened presente que todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión. Yo no veo nada criticable ni ofensivo, ni en unos ni en otros. Hay diferentes puntos de vista y nada más.

Que pases un buen día.

Un abrazo.

Sí Manuel, quiero confirmar lo que dice el Abuelo. Él me conoce desde que a los seis años llegué con mis padres y hermano y digo hermano porque el otro nació en Deza. Precisamente fué frente a la casa de sus padres, donde los míos encontraron un lugar donde guarecernos. Estuvimos poco tiempo, porque debía ser poco confortable, luego nos trasladamos al palacio de los Duques de Medinaceli, por supuesto sin servicio. De aquellos años recuerdo poco, pero queda en mi mente el calorcito que había en la cuadra y, por supuesto la acogida de la familia del Abuelo, excepcional. Y de todo el pueblo en general. Yo nunca me sentí forastero, aunque algún chico me lo dijera alguna vez. La integración fué total y prueba de ello es que siempre que puedo, me presento por allí a visitar al pueblo y a los amigos, que son muchos, a pesar de que han desaparecido la mayoría de los amigos más directos, unos por fallecimiento y los más por cambio de residencia.
Un abrazo, queridos dezanos