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DEZA: Buenas noches amigos....

A ver que opináis de la caza, hoy en día.

Sobre el tema que plantea el abuelo ya han aparecido algunos comentarios. Parece que los cazadores no han dado todavía su opinión, aunque se supone que ya estarán de regreso. Puede que estén todavía en el bar comentando sus hazañas, entre cerveza y cerveza.
Nunca he cazado, ni he vivido de cerca la actividad cinegética. Los únicos disparos que he efectuado han sido en las barracas de las fiestas donde, si acertabas con las escopeta de perdigones en un punto metálico, se abría una puertecita por la que aparecía una copichuela de vino moscatel. Aunque los puntos de mira solían estar trucados. Ah, y en la mili, haciendo blanco -es un decir- en la diana. Unas y otras acciones incruentas, por tanto.

Ya sin más preámbulos, he de decir que el hombre -a ver si se enteran las feminazis iletradas, con todos mis respetos para las otras, que "hombre" no se refiere al varón, sino al ser humano: hombre (Del lat. homo, -ĭ nis).1. m. Ser animado racional, varón o mujer. De la RAE- decía que el hombre es el único ser de la creación que mata por placer. El homo sapiens. Ser superior y tal. Los animales matan por necesidad, por mero instinto de superviviencia. Dicen que la caza es un deporte (?); deporte, deporte, el que hace la leona persiguiendo a una gacela y ésta mientras huye. Porque, si al fin y al cabo los cazadores salieran corriendo detrás de los conejos...
(continúa en otro mensaje para no cansar a los de la vista cansada y a los que no).

Hablábamos del homo sapiens. Parece ser que esta afición a disparar en el campo contra cualquier bicho viviente es un atavismo de cuando aquellos homínidos tenían que buscarse el coscurro apedreando bichos. Aquello sí que era deporte de alto riesgo, y sin cananas, escopetas, botas camperas ni todo- terreno ad hoc. A pecho descubierto. Con un par. Y encima, a ver quien era el guapo que volvía a la cueva sin las suficientes raciones de proteínas para alimentar a toda la prole que estaría esperando desmayada a papá picapiedra. Y la señora en la puerta, con el abrigo de pieles: a ver, pedroso, qué traes hoy para comer.
Pero uno, en su ingenuidad, creía que el Homo neanderthalensis había desaparecido hace miles de años. Pues va a ser que no. Aunque habría derivado en un híbrido entre el anterior y el Homo económicus. Hoy, el mal llamado deporte de la caza mueve mucho dinero: toda la parafernalia de armas, municiones y accesorios diversos, más las licencias -dinerito fresco para las administraciones, que bien vienen- más los cotos, más... Y hoy, al menos en estos países nuestros, no hace falta traer un conejo o una liebre o una perdiz para añadir un poco de carne a la maltrecha economía doméstica.
Algunos hablarán del equilibrio ecológico. Pero si ya lo hemos roto los humanos entre esto (la caza indiscriminada: hay más escopetas que bichos) y lo otro (herbicidas, pesticidas, plaguicidas y demás venenos) y cada vez se ven menos animales por el campo.
¿Y la caza mayor? Sí es cierto que en algunos lugartes hay excesos de jabalíes. Pero como también hemos perseguido al lobo malo de Caperucita...
-Por cierto, ¿usted dispararía contra un ciervo que le está mirando fijo a los ojos?
- Es que mire usted, ¿y lo que molan los cuernos del salón de mi casa cuando vienen los amigos y sus señoras?
- Pues mire a a ver si hay puestos algunos en el cabecero del dormitorio conyugal. Que también molan.
Un saludo.

Buenas noches amigos.
¿que tal Manuel?
Despues de leer tus opiniones sobre la caza, hay un detalle que me deja una duda, lo que había sobre el cabecero del dormitorio conyugal del susodicho cazador, ¿no sería un espejo?
Que paseis una buena noche y feliz semana.
Hasta la próxima.